El Estado intenta frenar las bajas temerarias en los concursos de obras

"La licitación de obras a la baja es como una serpiente que se muerde la cola". Cayetano Roca, que fuera director general de Obras Públicas de la Generalitat Valenciana a lo largo de los 12 años de mandato de Joan Lerma como presidente de la Generalitat y ahora es director general de la Sociedad Estatal de Infraestructuras Terrestres de Transporte (SEITT), avanzó ayer en Valencia un proyecto para modificar las "condiciones de adjudicación" de obras públicas que primen "la oferta técnica" sobre consideraciones económicas para evitar los problemas que generan a la larga las bajas temerarias. "Cuanto más se parezca a la realidad la oferta económica, mejor", sentenció.

La SEITT, una sociedad pública constituida a finales de 2005 y operativa desde hace apenas un año, nació como un instrumento para agilizar la contratación de las obras en carreteras y ferrocarriles al margen de las líneas de alta velocidad que están encomendadas al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif). Hasta la fecha, la SEITT ha adjudicado obras por valor de 1.500 millones de euros en toda España y en torno a 250 millones de euros en la Comunidad Valenciana.

Roca explicó que la sociedad que dirige sólo ha adjudicado una obra a la oferta más barata. Pero recordó que la Unión Europea considera que debe primarse la oferta económica en igualdad de condiciones técnicas, una norma que provoca notables problemas. "Las bajas temerarias se estiman a partir del conjunto de ofertas económicas de los proyectos que optan a un concurso", siguió, "si todas las ofertas asumen una baja en torno al 30% sobre el presupuesto de licitación, la consideración de baja temeraria pierde sentido".

Juan Cámara, presidente de Fecoval, la federación valenciana de contratistas de obras con las administraciones públicas, defendió la propuesta de Roca para equilibrar las ofertas económicas y aseguró que esa adecuación es una histórica reivindicación del sector.

Sistema único

Roca apuntó que una de las razones clave para constituir la SEITT fue la necesidad de armonizar las obras en carreteras en una red cuya gestión depende administrativamente del Estado, las comunidades autónomas y entidades locales como las diputaciones provinciales. "Al ciudadano no le importa quién sea el titular de una carretera", ilustró, "cuando conduce solo le preocupa que las carreteras estén en condiciones a lo largo de toda la ruta que se ha trazado". Las carreteras se perciben como "un sistema único". De hecho, el director de la SEITT vaticinó que a medio plazo sería natural que una sola agencia se encargara de la conservación y mantenimiento de toda la red viaria española al margen de la diversa titularidad de cada tramo como producto de razones estrictamente administrativas.