_
_
_
_
_
Reportaje:Crisis en la CNMV

El maratón de Manuel Conthe

La enconada puja por Endesa culmina una carrera llena de decisiones polémicas

Endesa es un maratón. En su comparecencia en el Congreso, Manuel Conthe comparó la larga batalla por hacerse con el control de Endesa con una carrera de maratón, que tuvo la oportunidad de ver pasar por Madrid el pasado domingo, cuando preparaba el discurso de ayer. Tiene razón Conthe cuando relaciona la popular carrera con el culebrón de Endesa -más de 18 meses desde el desafortunado embarazo de Gas Natural-, y pese a que para ilustrar su paso por la CNMV quizá hay que remontarse todavía más atrás, su mandato ha estado muy mediatizado por la puja por la primera eléctrica española.

Al margen de la puja por la eléctrica, la presidencia de Conthe ha estado jaleada de altercados, con episodios como el controvertido Código de Buen Gobierno Corporativo -denominado precisamente Código Conthe-, la investigación abierta al presidente del BBVA, Francisco González, por la venta de FG Inversiones a Merril Lynch, y las acusaciones al empresario Fernando Martín de haber filtrado información interesada en la compra de la inmobiliaria gallega Fadesa.

Acciona y Enel "han hecho la mitad del maratón en coche oficial", dijo Cañete
Conthe se presentó en el Congreso con su esposa, sus hijas y varios colaboradores
Más información
Conthe dimite tras acusar sin pruebas al Gobierno de injerencias en la CNMV
Solbes afirma que se siente decepcionado por el dimisionario
El PP pide a Conthe que no dimita e insiste en que se cree una comisión de investigación
Acciona defiende la legalidad de su actuación en la OPA por Endesa
Julio Segura se perfila como nuevo presidente del organismo regulador

"Imaginemos un maratón", explicaba ayer a los parlamentarios, "en el que se inscriben dos corredores y se mantienen en la salida, sin avanzar un paso. Tras muchos meses de espera, uno de ellos -Gas Natural- se retira y el otro -E.ON- se queda solo. Entretanto han hecho acto de presencia dos espontáneos (Acciona y luego Enel) que no se habían inscrito en su día y aseguran, además, que no tienen intención de correr los 42 kilómetros de la prueba. Los dos espontáneos, sin embargo, van avanzando por el circuito urbano a la chita callando y cuando llegan al kilómetro 20 del recorrido anuncian de repente que también ellos quieren competir". "Si los árbitros de la competición no lo impiden y no expulsan del maratón a los dos espontáneos, ¿qué debe pensar el corredor que, por seguir las indicadores oficiales, se quedó en la salida y ve cómo el maratón lo ganan los espontáneos que no estaban inscritos y que partieron con gran ventaja?", se preguntó.

La analogía hizo furor en la Comisión de Economía. Y fue el portavoz del PP, Miguel Arias Cañete, quien más punta le sacó. Para ejemplificar sus ataques al Gobierno, Arias Cañete dijo que Acciona y Enel "han hecho la mitad del maratón en el coche oficial del Gobierno, conducidos por Miguel Sebastián y el presidente Zapatero". La comparación le arrancó una sonrisa al propio Conthe.

El aún presidente de la CNMV es un hombre ilustrado y sacó a relucir sus variadísimas lecturas a lo largo de la comparecencia. Conthe suele trufar sus discursos de citas de grandes autores y frases célebres y ayer no dejó pasar la ocasión de despedirse a lo grande, pese a estar muy limitado por un formato muy controlado por Antonio Gutiérrez, el presidente de la Comisión de Economía. Gutiérrez no permitió el turno de réplica pese a las protestas del PP, y las tres horas previstas de sesión sólo se superaron en media hora escasa. Pero en ese tiempo a Conthe le dio tiempo de sacar a relucir a Kavafis, Cervantes, Lope de Vega e incluso a Enrique Jardiel Poncela ("En la vida sólo unos pocos sueños se cumplen: la gran mayoría se roncan").

Conthe se estrenó con el refranero francés ("es preferible dirigirse a Dios que a los ángeles") para explicar que la petición de comparecer ante el Congreso no respondía a un arrebato de soberbia, sino al objetivo de que sea la Comisión de Economía quien supervise a los organismos autónomos para garantizar su independencia. "Habla más don lamento que don contento", prosiguió para defenderse de las críticas que suscitó entre las sociedades cotizadas el Código Conthe. En un tono grandilocuente en ocasiones, estuvo muy contenido a lo largo de su discurso

y se permitió incluso cierta ironía. "Cuando alguien señala la luna los necios se quedan mirando el dedo", dijo para describir la reacción del Gobierno tras su petición de comparecer ante el Congreso.

La expectación originada llenó la sala Internacional del Congreso como en las grandes ocasiones. Conthe acudió acompañado de su mujer y sus hijas, así como de una numerosa cohorte de colaboradores, que de vez en cuando le pasaban notas a través de los ujieres. Rompió el hielo asegurando que no quería "echarle un pulso ni lanzarle un órdago al Gobierno, al Parlamento ni a nadie, sino luchar por la independencia del organismo", pese a que reconoció que, a su juicio, esa necesidad de independencia no ha calado aún en la Administración. Al contrario. "El concepto de independencia se ha ido desvirtuando tras un buen inicio, con el Banco de España, la CNMV y el Consejo de Seguridad Nuclear", aseguró.

Conthe no suele tener pelos en la lengua: en ocasiones le pierde el carácter y dice cosas de las que luego se arrepiente. Pero ayer dejó incluso un recado para los medios de comunicación, una de las obsesiones de su mandato. ¿Ha ladrado mucho y ha mordido poco?, se le preguntó en la rueda de prensa. "La dimisión ha sido muy buena para poner de manifiesto la necesidad de independencia de los organismos independientes", se zafó. "He cometido errores y he pedido perdón por ellos. Tal vez los medios deberían hacer un ejercicio parecido", dijo.

Las reflexiones de Conthe se centraron a menudo en las relaciones entre el Ejecutivo y los organismos independientes. El aún presidente de la CNMV no dejó pasar la ocasión de reclamar reformas estructurales para el organismo, relacionadas con ese objetivo de independencia. Para Conthe, es necesario alargar el mandato del presidente, suprimir el cargo de vicepresidente -"para acabar con una bicefalia que ha sido la principal fuente de problemas de la CNMV"- y suprimir dos de los siete asientos del consejo: el de la Dirección General del Tesoro y el del subdirector del Banco de España. Arias Cañete bautizó estas tres propuestas con acierto. "El testamento Conthe", lo llamó.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_