Conthe dimite tras acusar sin pruebas al Gobierno de injerencias en la CNMV

Manuel Conthe presentó ayer su dimisión como presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) después de acusar a la Oficina Económica del Gobierno de injerencias en la gestión del organismo. Implicó de los vínculos al vicepresidente, Carlos Arenillas, al que acusó de mantener una estrecha relación de amistad tanto con Miguel Sebastián como con David Taguas, anterior y actual jefe de esa oficina, que habría trascendido a "asuntos concretos en los que Arenillas actuó como vicepresidente de la CNMV", según dijo.

Vuelve a solicitar que se abra el expediente sancionador a Enel y Acciona que rechazó el consejo de la CNMV

Pide la dimisión de Arenillas como vicepresidente y que se suprima dicho cargo y el de los consejeros natos

"Siendo generoso, las presiones [de la Oficina Económica del Presidente] han entrado dentro de lo admisible"

Manuel Conthe presentó ayer su dimisión como presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) después de acusar a la Oficina Económica del Gobierno de injerencias en la gestión del organismo. Conthe negó presiones del Ministerio de Economía, aunque sí dejó entrever, de manera bastante clara, que han existido injerencias, incluso actuaciones a sus espaldas, por parte de la Oficina Económica de la Presidencia. Este organismo, tanto cuando era dirigido por Miguel Sebastián, como ahora por David Taguas, habría utilizado al vicepresidente de la CNMV, Carlos Arenillas, con el que los dos políticos mantienen amistad, según su versión. No quiso ser más explícito ni aportó pruebas, pese a la insistencia de la mayoría de los grupos parlamentarios.

Conthe fue al grano en su comparecencia en la Comisión de Economía del Congreso:

"Comparezco hoy por última vez como presidente de la CNMV para presentarles el informe anual de 2006 y explicarles la dimisión que, con carácter irrevocable, presentaré por escrito a Pedro Solbes, vicepresidente y ministro de Economía". El informe interesaba poco. La dimisión, todo.

Durante el discurso de 80 minutos, centró sus ataques en Moncloa y en los consejeros de la CNMV, que son los causantes de su renuncia, pero fue menos duro de lo previsto con el Gobierno. Al final, tanto su intervención como la del portavoz socialista, Ricard Torres, tuvieron un perfil bajo y no hubo sangre como se esperaba. Conthe no hizo un relato de presiones del Gobierno para favorecer a Acciona y Enel frente a E.ON.

Presiones del Gobierno

Sólo se abordó el asunto en el turno de preguntas, cuando Miguel Arias Cañete (PP) disparó e inquirió, entre una batería de preguntas, si el Gobierno le había presionado. Conthe hizo un esfuerzo por satisfacer a ambos: "No he recibido presiones en absoluto ni en éste ni en otros temas. Sobre todo del ministro de Economía ni del secretario de Estado de Economía; en el caso de la Oficina Económica del Gobierno mis palabras no pueden ser tan rotundas". "En mi caso, siendo generoso, las presiones han entrado dentro de lo admisible", añadió, ya que, como no le iban a convencer, "las presiones habrían sido inútiles".

Fue entonces cuando Conthe hizo el ataque más directo contra el vicepresidente: "Me consta que hubo una relación muy directa en 2005 con Carlos Arenillas, no apropiada y hecha a mis espaldas, en la que además hubo implicación de un grupo de comunicación [refiriéndose a PRISA, editor de EL PAÍS]".

"Tengo informaciones de acontecimientos posteriores pero no tengo evidencias tan directas", apuntilló. Ayer volvió a pedir que dimita, porque "debe tener un gesto de generosidad y lealtad". Conthe usó como argumentos la condición de marido de la ministra de Educación (Mercedes Cabrera) y su amistad con Sebastián y Taguas. Nunca, sin embargo, le pareció un obstáculo para ser presidente de la CNMV sus propios vínculos con Solbes.

Conthe reconoció que decidió dimitir tras el consejo de la CNMV del 2 de abril, lunes santo, que rehusó abrir expediente sancionador a Enel y Acciona. Según Conthe, la propuesta había sido aprobada por mayoría por el consejo ejecutivo, del que no forman parte los consejeros natos (la directora general del Tesoro y el subgobernador del Banco de España), pero que la rechazó el pleno del consejo. Conthe no hizo referencia a que ésa era la segunda vez que proponía la sanción después de que el 26 de marzo se hubiera quedado solo y se hubiera optado por despachar el asunto diciendo que se había analizado "con carácter preliminar". Tras perder la votación en el consejo del 2 de abril, decidió anunciar su dimisión al Parlamento al considerar que se había cometido un "grave error".

Aunque "no ha perjudicado a los pequeños accionistas de Endesa", ese error es, a juicio de Conthe, "la única mancha en una trayectoria intachable", una actuación "irreprochable" a lo largo del periodo que ha durado el culebrón de Endesa, desde el 5 de septiembre de 2005. No recordó ayer que él mismo tuvo que pedir perdón tras afirmar que "cualquier jurista se ríe" del recurso que presentó Endesa contra una carta suya, cuyo valor fue suspendido por la Audiencia Nacional. Pese a que la CNMV se opuso a la suspensión y perdió, Conthe alabó ayer el auto que le quitó la razón como "lleno de buen sentido" y acusó a los medios de no haberlo entendido.

Conthe tampoco reconoció como un error haber exigido a E.ON que se comprometiera a no comprar acciones en Bolsa, lo que en buena medida ha provocado el fracaso de su oferta. El único error fue, en su opinión, no abrir dicho expediente sancionador y ayer pidió de nuevo que se abra. "La CNMV actuó como un 'tigre de papel' y se arrugó frente a Enel y Acciona", dijo, perjudicando a E.ON. Eso "resquebraja la autoridad moral" de la CNMV, añadió.

Conthe dijo que no ponía en duda "la honestidad y buena fe" de quienes le derrotaron en el consejo de la CNMV. Tras no haber publicado durante su mandato ningún acta, haberse negado a facilitar el resultado de las votaciones y no haber comunicado la apertura de expedientes sancionadores, ayer dijo que le "encantaría" que se hicieran públicas las actas ya que no hay motivo para no hacerlo.

Publicidad de las actas

Es más, ayer pidió que de ahora en adelante se dieran a conocer "todas las resoluciones, actas y votos particulares que se pronuncien sobre la interpretación de las normas", sin explicar por qué él no las ha hecho públicas en su mandato.

También solicitó que se alargue el mandato del presidente y hacerlo no renovable. Con la osadía que le caracteriza, propuso la supresión del cargo de vicepresidente basándose en que en la historia de la CNMV desde 1988 "la relación entre presidente y vicepresidente ha sido una de las fuentes de vulnerabilidad y conflicto, creando un problema de bicefalia".

Luego pidió la supresión del derecho de voto o, incluso, la desaparición de los consejeros natos, porque "la experiencia demuestra que, para evitar potenciales conflictos de intereses y garantizar la plena independencia de la CNMV, la relación entre la CNMV y el Banco de España y Economía debe hacerse por cauces distintos". Sostuvo que la directora del Tesoro tendría que abstenerse o incluso abandonar la sala de reuniones en los temas que puedan suponer un conflicto de intereses, como el de Endesa. Sin embargo, Conthe fue director del Tesoro de 1988 a 1996, y consejero nato de la CNMV, confesó que entonces se sentía representante del ministro, y nunca se abstuvo. "No recuerdo un solo caso en que hubiera un conflicto de interés", dijo ayer a los periodistas, pese a que fue una época de grandes ofertas públicas y privatizaciones parciales (Repsol o Telefónica, por ejemplo) protagonizadas por el Estado de forma mucho más directa que la OPA sobre Endesa. En aquel entonces "no estaban estas cosas tan claras", se excusó.