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Reportaje:Fútbol | Copa de la UEFA: ida de las semifinales

Un pequeño gigante

Diego, "un mago", según Pelé, liderará al Werder frente al Espanyol

Diego Ribas aparenta ser más bajito de lo que es en realidad cuando se le ve rodeado por sus compañeros del Werder Bremen, un séquito de jugadores gigantones. Con sus 174 centímetros de altura, puede que el mediocentro brasileño se quede por debajo de la estatura media de los alemanes, pero su fútbol engreído, de calidad y fantasía, compensa todo. A sus 22 años, Diego es una de las grandes revelaciones de las competiciones europeas y, por eso, un jugador muy cotizado entre los grandes clubes, entre ellos, según él, el Real Madrid. "Representantes del Madrid han entrado en contacto con mi gente. Pero yo no he hablado directamente con ellos. Sin embargo, muchos otros clubes europeos también han intentado negociar. Yo solo estoy concentrado en mis objetivos, que son ganar la Copa de la UEFA y la Bundesliga para el Werder Bremen", dice. El jugador no quiere "tener ilusiones" con la posibilidad de revivir su pareja con Robinho. Juntos en el Santos, los dos fueron campeones brasileños. La batuta de aquel espectacular equipo y el mítico 10 del Rey Pelé los llevaba Diego.

"He mejorado. Soy más disciplinado tácticamente y decido las jugadas con más rapidez"

En las semifinales de la Copa de la UEFA hay tres equipos españoles, Sevilla, Osasuna y Espanyol, y uno alemán, el Werder Bremen. El adversario del equipo español, mañana en Barcelona, es el gran escollo para celebrar una final española en Glasgow. A pesar de tantos adversarios españoles, el Werder se siente favorito porque suma la combatividad alemana a la creatividad y la cadencia brasileña, marcada por Diego en ataque. "No jugamos con tanto físico, como el Schalke 04 o el Bayern, que son muy alemanes. Nuestro juego es bonito" presume Diego. Su sociedad con Miroslav Klose es el gran peligro del equipo germano. Son los máximos goleadores del Bremen, con 14 tantos cada uno.

Diego lamenta su "falta de experiencia y acoplamiento" en el principio de su primera temporada en el Werder Bremen. Tuvo dificultades de adaptación al fútbol europeo. Sin embargo, dice, "no he tenido problemas físicos para jugar" en el duro fútbol alemán. Muy fuerte físicamente, es uno de los jugadores con más minutos jugados en su equipo. Diego bromea diciendo que no necesita, como "el delgaducho Robinho", su amigo, de "suplementos alimentarios para ganar masa muscular".

En un grupo durísimo de las eliminatorias de la Liga de Campeones, el equipo alemán quedó apeado por el Chelsea y el Barcelona y le costó mucho arrancar en la Bundesliga. "Hoy somos un equipo más organizado y yo he mejorado mucho. Soy más disciplinado tácticamente y he aprendido a decidir las jugadas con más rapidez", dice Diego, que tiene al Werder a tan sólo dos puntos del líder del campeonato alemán, el Schalke 04. El primer partido contra el Espanyol será el más importante de la semifinal, según él, porque el equipo español "tiene mucha fuerza cuando juega en casa. Les tenemos mucho respeto. Nunca para de buscar el gol".

Diego llega a Barcelona alabado por la prensa alemana tras haber marcado "el gol del año" contra el Aachen, este fin de semana. En el minuto 90, Diego marcó el 3-1 desde la mitad de su propio campo, a unos 60 metros de la portería, aprovechando que el portero rival estaba adelantado, después de subir para intentar rematar una falta. Pelé, que intentó marcar sin éxito un gol parecido, siempre dice que Diego "tiene magia y una técnica de locura, como Ronaldinho".

Diego, durante un partido con el Werder.
Diego, durante un partido con el Werder.AP

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