Las cajas deberán considerar su tamaño, carácter social y si su presidente cobra para fijar las dietas del cargo

Las 10 cajas de ahorros catalanas deberán tener en cuenta y valorar "equilibradamente" una serie de criterios a la hora de fijar cuánto cobrarán en concepto de dietas los miembros de sus órganos de gobierno. Por ejemplo, la dimensión de la caja, o el carácter social de su actividad, o la disponibilidad de sus consejeros "necesaria para ejercer adecuadamente sus funciones". Entre dichos criterios, las cajas deberán "ponderar" también si la presidencia de la caja es o no un cargo remunerado, de modo que se deja abierta la puerta a que se compense hasta cierto punto y a través de las dietas a los presidentes que no tengan un sueldo fijo.

Así lo fija la nueva orden del consejero de Economía y Finanzas, Antoni Castells, sobre las reglas de juego que regirán el régimen de dietas de los consejeros de las cajas, ya publicado en el Diari Oficial de la Generalitat (DOGC).

Sin embargo, y a diferencia de lo que estaba previsto inicialmente, el Gobierno catalán ha optado por eliminar la disposición según la cual los presidentes de cajas de ahorros que no cobren sueldo podrían percibir dietas hasta un 50% más elevadas respecto del resto de consejeros de su entidad.

Economía explica que este cambio responde a "la voluntad de dar mayor libertad de actuación a las cajas más pequeñas". Fuentes del sector añaden que las entidades pequeñas habían pedido que se suavizara esta diferencia de trato entre, por una parte, las dietas de los presidentes no retribuidos y, por la otra, las dietas de sus consejeros.

Finalmente, el texto queda muy abierto: "La entidad puede establecer dietas de importe diferenciado para cada órgano (el Consejo de Administración o las distintas comisiones en que esté organizada cada entidad). Al mismo tiempo, se puede establecer un incremento en relación con la dieta de los otros miembros para quienes presidan las sesiones, con la excepción del presidente o presidenta del consejo que estatutariamente tenga carácter retribuido".

En su nueva orden, la Generalitat también delimita cuándo se podrán percibir dietas, ya sean por asistir a reuniones o en caso de desplazamiento.

Cuándo cobrar dietas

En el caso de la mera asistencia, se limita su cobro a las "sesiones y actos propios de los diversos órganos previstos por la normativa". Y, en el caso de las dietas de desplazamiento, se precisa que se pagarán si se trata de "asistir a actos propios de los diversos órganos fuera de su población de residencia", o por desplazamientos de los miembros del consejo que deban hacer "gestiones propias de su responsabilidad". Y deberán compensar los gastos ocasionados.

El Gobierno catalán ha dejado manos libres a las cajas para que permitan cobrar o no un sueldo a su presidente -en función de la dedicación de éste a sus tareas- y para decidir cuánto cobrarán sus consejeros en concepto de dietas. Pero bajo unas nuevas reglas de juego que fueron enviadas al sector el pasado mes de febrero y que ya han sido definitivamente aprobadas.

Las entidades esperaban a estas reglas de juego para poder precisar qué cuantía fijaba como dietas y cuánto podría percibir el presidente. Hasta ahora, el cargo de presidente no era retribuido, mientras que la Generalitat era quien se encargaba de establecer un máximo y un mínimo por lo que respecta a las dietas de los consejeros. En la práctica, en muchos casos dichas dietas rondaban los 600 euros por reunión.

De las 10 cajas catalanas, cinco han optado por remunerar el cargo de presidente: La Caixa, Caixa Catalunya, Caixa Manresa, Caixa Girona y Caixa Sabadell.