_
_
_
_
Crónica:NO FUNCIONA
Crónica
Texto informativo con interpretación

El difícil acceso a los trenes

Tener dificultades de movimiento no es ninguna ganga. Y menos si se pretende utilizar el transporte público. Los autobuses de Barcelona están ya todos adaptados, pero las estaciones de metro y de Ferrocarrils de la Generalitat (FGC) no han llegado del todo a 2006, fecha en la que deberían estar todas adaptadas, con los deberes hechos, aunque en ambos casos las cosas están bastante adelantadas. De hecho, Barcelona es casi un paraíso comparada con otras capitales europeas.

A pesar de todo, llegar a las estaciones (a través de aceras llenas de motos impunes) y acceder a ellas es ya un suplicio, pero no son las únicas dificultades con las que se encuentran las personas con movilidad reducida.

De los 171 trenes de Cercanías, sólo 13 están adaptados para personas con movilidad reducida

G. R. C. escribe desde Viladecans (Baix Llobregat) para señalar que, además del asunto de la accesibilidad, hay otros. Por ejemplo, el precio. FGC tiene un "carnet del pensionista" con dos modelos que permite a las personas con disminuciones superiores al 33% o pensionistas cuya pensión no alcanza al salario mínimo interprofesional viajar en transporte público por una cantidad anual casi simbólica. El lector señala que hay una empresa ferroviaria que no ofrece nada de eso y, casualmente, es la que lleva mayor retraso en la adaptación de trenes y estaciones: Renfe (aunque en realidad las estaciones no son propiamente de Renfe, sino de Adif).

Renfe explica que tiene la "tarjeta dorada" para mayores de 65 años, pensionistas o minusvalías de más del 65%. En este último caso, los acompañantes tienen el mismo descuento, que asciende al 40%. Está lejos de lo que ofrece FGC, pero menos es nada.

En cambio, en accesibilidad, la situación de Renfe es más que deficiente. Tiene más de 100 estaciones y sólo 32 están acondicionadas para estas personas, aunque son las que utilizan el 60% de los pasajeros, según la compañía ferroviaria. Las cifras de las otras empresas son mucho mejores. Ferrocarrils tiene casi todas las estaciones adaptadas, ya que los gobiernos de CiU empezaron por esta firma en detrimento del metro barcelonés. De todas formas, las actuaciones posteriores han hecho que el metro se halle en una fase avanzada: 67 están ya equipadas, 38 se hallan en obras o con los trabajos adjudicados y a punto de iniciarse y 16 están en fase de redacción de proyecto.

Pero de poco sirve llegar hasta el andén, porque luego se pueden complicar las cosas y se pueden complicar mucho.

G. R. C., explica lo que ocurre, por ejemplo, en la estación de Gavà. "Hay un torno adaptado para personas que utilizan silla de ruedas", dice, pero luego se acaba el carbón y hay que guisar con leña: no hay rampas ni accesos para cambiar de andén. Y no es lo peor. Lo más grave es la situación del parque móvil, es decir, de los 171 trenes que dan servicio a las líneas de Cercanías: sólo 13 (los Civia llegados coincidiendo con la racha de averías en el servicio) están adaptados para personas con movilidad reducida.

A esto hay que añadir la queja reciente de los ciegos, señalando que las máquinas expendedoras de billetes no incluyen una señalización suficientemente eficaz para las personas que tienen este tipo de discapacitación. Seguramente, todas estas deficiencias tienen que ver con la falta de inversión en Cercanías en los años del PP, pero hablan de necesidades que van más allá del plan de choque elaborado por el Ministerio de Fomento.

Para quejas sobre las administraciones y empresas públicas hay que dirigirse a catalunya@elpais.es a la atención de Francesc Arroyo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_