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Arranca una nueva temporada 'castellera'

Un informe sobre el uso del casco señala que es una eficaz herramienta y un gran avance

El fin de semana cercano a la Diada de Sant Jordi, punto de arranque oficioso de la temporada castellera. Se trata del primer fin de semana del año en el cual actúan la mayor parte de colles existentes. Los Castellers de Vilafranca hicieron ayer su estreno con construcciones básicas de ocho como el tres y el quatre de vuit. También apostó por los ocho pisos la Vella de Valls en Alcoy. Los Minyons de Terrassa o los Capgrossos de Mataró tomarán el relevo hoy aprovechando la jornada semifestiva de Sant Jordi.

Se alza pues el telón de una nueva temporada que a lo largo de más de 30 semanas se prolongará hasta finales de noviembre. El año 2007, además, es un año impar y eso significa que no hay concurso de castells puesto que este se celebra sólo en los años pares. Esto supone que las colles más destacadas plantearán una temporada por tramos en función de sus respectivos calendarios.

La agrupación más destacada del año pasado, los Castellers de Vilafranca, llevarán a cabo una temporada en dos partes: la primera, hasta su fiesta mayor el 30 de agosto, con el objetivo de vencer de una vez por todas el tres de deu amb folre i manilles que han coronado en seis ocasiones y que aún no han podido completar, y una segunda parte con la vista puesta en su diada del 1 de noviembre, con el objetivo de hacerse con una estructura inédita: el tres de nou amb folre i l'agulla.

Estudios sobre el casco

Pero en estos primeros encuentros, el protagonista es el casco: una herramienta de seguridad eficaz. Su adaptación y uso ha sido asumido con rapidez y normalidad. Estas dos conclusiones entre otras forman parte del resultado del estudio realizado durante la temporada pasada por parte del equipo científico del proyecto del casco casteller para los más pequeños; es decir, para las posiciones de anxeneta y aixecador. El estudio fue presentado la semana pasada en Valls durante la XII Jornada de Prevención de lesiones en el món casteller, con unos resultados muy positivos, tras comprobarse que la protección no sólo afecta a los niños que llevan el casco sino también a aquellas personas que reciben el impacto de una posible caída en la piña. El estudio de la media docena de cascos deformados tras un impacto fuerte concluyó con el balance de ningún lesionado, ni los niños que los portaban ni los integrantes de la piña que recibieron el impacto.

Para esta temporada el casco presentará una serie de mejoras sobre todo en la correa que lo sujeta a la cabeza. Asimismo, prosigue el estudio para elaborar un modelo para la posición de dosos que son precisamente los dos niños que, con una edad alrededor de los 10 años, llevan encima a los más pequeños. La dificultad para diseñarlo en este caso radica en el hecho de que el casco para esta posición debe ser más fino que los que llevan aixecador y anxeneta para no dificultar su colocación y sus movimientos en lo alto del castell, pero al mismo tiempo igual de resistente. Se prevé que el estudio de este modelo se pueda prolongar por un espacio de dos años. El proyecto de casco se puso en marcha a principios de la temporada pasada y se aceleró tras el fallecimiento de la niña de 12 años Mariona Galindo, de los Capgrossos de Mataró.

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