Yo también quiero Ley de la Igualdad
Tengo 57 años, pertenezco a una generación que se marchó pronto de casa de sus padres, que aprendió a vivir en pisos compartidos, a cocinar, lavar, planchar, etcétera, que creía en la igualdad. Ya mayor tuve un hijo, por mi profesión soy el dueño de mi horario: le despertaba por las mañanas, desayunábamos juntos, le llevaba al cole, le traía del cole, le duchaba por las noches, estaba con él mientras cenaba, le acostaba y leíamos juntos. Pero llegó el divorcio y la juez ha decidido que yo no puedo tener la custodia de mi hijo porque no sé fregar ni planchar.
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