El túnel del cambio climático
Greenpeace instaló ayer un túnel del tiempo que muestra al visitante el futuro del planeta en 2050, según las fuentes de energía elegidas
Túnel del tiempo hacia el año 2050. Comienza el viaje. Existen dos caminos y dos metas. El primero dirige al visitante a un mundo desolador, atenazado por el cambio climático, los desastres naturales y las guerras. El segundo finaliza en un planeta con espacios urbanos y naturales limpios.
Elegir entre una u otra opción depende de las decisiones que se adopten a lo largo del recorrido por el llamado túnel del tiempo, que Greenpeace ha levantado en la plaza de España. La instalación permanecerá abierta hoy desde las once hasta las seis y media. Después se desmontará y viajará por España.
"El túnel del tiempo demuestra que es posible optar por las energías renovables"
La organización ecologista quiere mostrar que todavía es posible modificar el futuro al que, en su opinión, la Tierra está avocada en caso de mantener el modelo energético actual.
"El túnel del tiempo permite comprobar cómo es posible optar por un modelo basado en energías renovables", explica José Luis García, responsable de la campaña de energía de Greenpeace. Dentro de estas otras fuentes se encuentran la energía solar, la eólica, tanto terrestre como marítima, la biomasa, la procedente de las olas, la geotérmica y la hidráulica.
García explica que con el túnel del tiempo han puesto en marcha una "actividad participativa". "El ciudadano, además de observar, ve las consecuencias que sus decisiones tienen sobre el planeta", aclara.
La instalación está dividida en dos pasillos paralelos, que desembocan en dos salidas diferentes. A lo largo de los túneles aparecen personajes que preguntan al visitante sobre su comportamiento en cuestiones cotidianas relacionadas con el consumo de energía. Su contestación hace que se dirijan hacia un futuro u otro.
Si se opta por continuar con las fuentes energéticas actuales, el visitante desembocará en un 2050 desolador. En los murales se refleja un planeta en el que se ha hecho realidad el aumento de la temperatura, el deshielo de los Polos y el incremento del nivel de los océanos, con desastres naturales, destrucción de ecosistemas y extinción de especies. No faltan las guerras por el control de los recursos energéticos y los desplazamientos de población.
Greenpeace reparte también folletos con indicaciones que los ciudadanos pueden aplicar en el día a día para frenar el calentamiento del planeta.
Dentro de ellas se encuentran medidas como la instalación de energía solar en las viviendas, sustituir las bombillas por otras de bajo consumo, adquirir electrodomésticos de bajo consumo, evitar el uso del automóvil, entre otras. "Son muy obvias", comenta García. "Pero muchas veces no se aplican porque se piensa que no va a llevar a ninguna parte. Y es una equivocación, entre todos se conseguirían reducir las emisiones contaminantes".
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