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Los clubes náuticos denuncian una norma que los condena a desaparecer

La renovación de concesiones del Consell prima el criterio económico sobre el deportivo

Mientras Valencia está en el punto de mira mundial por albergar la Copa del América de vela, los clubes náuticos autonómicos luchan por sobrevivir. Los clubes denuncian que la normativa del Consell que regula la renovación de concesiones de las instalaciones náuticas prima el criterio económico sobre el deportivo, lo que da ventaja a las empresas privadas sobre las entidades sin ánimo de lucro que gestionan los recintos y "los condena a su desaparición paulatina".

Los clubes alicantinos reclaman un cambio en la normativa para renovar las concesiones

La voz de alarma la lanzó a principios de abril el Club Náutico de Altea, que denunció que las bases del concurso público para renovar la concesión administrativa de sus instalaciones priman la propuesta económica sobre la promoción deportiva y condenan a la entidad sin ánimo de lucro que gestiona la infraestructura a desaparecer. Es un baremo que afectará a todos los clubes conforme se vean abocados a renovar su concesión. El temor es que las empresas privadas, con más capacidad económica, desbanquen a los actuales gestores y prime el negocio sobre el fomento del deporte. Los clubes rechazan convertir los deportes náuticos en actividades de élite e insisten en su esfuerzo por popularizar estas actividades.

Las aguas bajan revueltas. La Asociación de Clubes Náuticos de la Provincia de la Provincia de Alicante (que aglutina a 18 de los cerca de 30 clubes valencianos) se reunió ayer sábado en asamblea en defensa de su socio de Altea. En la reunión se acordó solicitar "un cambio en la normativa de renovación de concesiones de instalaciones náuticas" que prima a las sociedades mercantiles. La norma a la que se refieren los clubes se reguló vía decreto en 2004 y se completó con diversas órdenes que fueron alegadas. La última se publicó en febrero de este año.

La Generalitat se defiende y asegura que sólo está aplicando la ley española de concesiones que marca que quien tenga la concesión de una infraestructura sobre dominio público debe acometer obras "porque prevalece el interés general del ciudadano a los intereses particulares", según la Consejería de Infraestructuras. La misma fuente asegura que "se prima y se tratará con mucha sensibilidad el tema de los deportes y la promoción de las actividades náutico-deportivas".

El Club Náutico de Altea es el primer afectado, pero no el único. Los clubes Dehesa de Campoamor y Torre de la Horadada en Alicante o el de Vinaròs, en Castellón, tendrán que hacer frente a la misma situación en un futuro próximo.

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"Antes se primaba más el aspecto deportivo en las concesiones", explica Francisco Zaragoza, presidente de Real Club de Regatas de Alicante. El actual baremo, por el contrario, concede 60 de los 100 puntos a la propuesta económica de pago de cánones e inversiones accesorias y los 40 restantes dependen del proyecto de gestión o de las promociones deportivas, entre otros. Los clubes insisten en marcar las diferencias con las marinas, donde también existen amarres, pero cuyos gestores no tienen como objetivo potenciar los deportes náuticos desde la base. "Es otra concepción de la vida y del deporte", explica un responsable del Club Náutico de Gandia.

El Club Náutico de Altea ha recibido numerosos apoyos. Entre ellos, el del Real Club de Regatas de Alicante, cuya concesión se prolongará durante 20 años más. "Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar", bromea Francisco Zaragoza. Y es que aunque la regulación de este recinto depende del Gobierno por encontrarse, al igual que los clubes náuticos de Castellón, Sagunto, Valencia, Gandia y Torrevieja, en puertos de interés general del Estado, varios responsables de estos recintos coinciden en señalar que "tarde o temprano les afectará a todos" porque es una regulación que se está generalizando.

En defensa de una filosofía

"Se debe defender la filosofía de los clubes náuticos como polideportivo", explica un portavoz de la Federación Valenciana de Vela. El colectivo es consciente del nerviosismo que se vive en los clubes náuticos valencianos y de que la situación que viven puede acabar perjudicándoles. La federación muestra su respeto a las marinas, espacios donde "atracan barcos", negocios que "no están obligados a realizar actividades sociales", puntualizan. Y, sin querer entrar en "normativas y políticas", subraya que los clubes náuticos son entidades sin ánimo de lucro cuyo principal objetivo "es promover el deporte".

El fomento de los deportes náuticos como una actividad al alcance del público en general es, de hecho, el punto central de la defensa que están realizando los clubes. Diversos responsables de clubes recuerdan que son ellos los que organizan las regatas, los eventos y las competiciones. En Alicante, por ejemplo, se organizan 30 pruebas al año. También insisten en que el objetivo de estas entidades es destinar su presupuesto, además de a mantener y mejorar el recinto, al fomento del deporte de base, cantera de muchos campeones españoles de deportes náuticos. "No hay ninguna marina que pueda dinamizar estos deportes", resume el responsable de uno de estos recintos.

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