El cardenal Rouco Varela es abucheado al recibir el doctorado 'honoris causa' en la Universidad de Burgos

El cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, fue abucheado por más de un centenar de personas que corearon gritos contra él y contra el rector de la Universidad de Burgos, José María Leal, mientras se celebraba la ceremonia de investidura en la que se le nombró doctor honoris causa.

El acto se hizo a puerta cerrada. La Universidad de Burgos argumentó que ello se debía a que en el aula magna sólo caben 400 personas y había 1.200 solicitudes para asistir, pero lo cierto es que la medida se adoptó por razones de seguridad. De hecho, no sólo se cerró el aula magna sino todo el entorno, incluida la Facultad de Derecho y algunos servicios centrales de la universidad.

Antonio Rouco Varela, al que apadrinó el catedrático de Derecho de la UBU Emiliano González, tras agradecer la distinción, hizo una exposición sobre el origen histórico del derecho a la libertad religiosa, la pugna con el Estado, el iter de la formación del Derecho a la libertad religiosa y el momento culminante de este derecho, informa Efe. Concluyó con un planteamiento de futuro en el que se refirió a un debate en el que participó Benedicto XVI en la Academia Católica de Baviera en Múnich en enero de 2004, en el que llamaba la atención sobre la importancia de que se iniciase un diálogo intelectual y cultural entre los pensadores cristianos y el pensamiento laico europeo.

En un comunicado de protesta, estudiantes y algunos profesores manifestaron que "es un contrasentido que se conceda el máximo honor de la universidad a alguien tan alejado del espíritu universitario". Se recordaba en el escrito como el cardenal se ha opuesto públicamente a varios postulados científicos y a los avances de la sociedad.

De forma paralela, los representantes del Aula Cultura y Paz de la propia universidad, también presentes en la concentración lamentaron que el rectorado haya comunicado que se rechaza la propuesta de poner a la biblioteca universitaria el nombre de Clara Campoamor con el argumento de que "puede herir sensibilidades".