Solbes estima "no razonable" la postura holandesa en el ABN Amro

Las reticencias puestas por el presidente del Banco Central de Holanda, Nout Wellink, a la iniciativa conjunta del Banco de Santander, el Bank of Scotland y el grupo Fortis de comprar el ABN Amro, fueron ayer contestadas por Pedro Solbes vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía. Solbes manifestó que "no consideraba razonable que el presidente del Banco Central holandés haya advertido sobre los riesgos de esta operación, sin precisarlos". Así mismo se lo comunicó personalmente al viceprimer ministro y ministro de Finanzas holandés Wouter J. Bos, que ayer también asistió a las reuniones del Eurogrupo y del Ecofín celebradas en Berlín.

En una primera reacción, el responsable de la política económica española había sido más contundente al afirmar que la reacción de la máxima autoridad monetaria holandesa "no era aceptable". Solbes rectificó abiertamente estas palabras sin ambigüedades al manifestar "he cometido un error esta mañana y por lo tanto corrijo". Solbes añadió que "lo que quería decir es que no me parecía razonable que el gobernador del Banco de Holanda, un buen amigo mío desde hace muchos años, se refiriera a unos riesgos de una determinada operación sin precisarlos".

La Comisión Europea ha pedido a los responsables del Banco de Holanda que analicen "de forma no discriminatoria la operación". Bruselas manifestó que se sentía muy decepcionada por la reacción proteccionista de un país como Holanda, el principal promotor de la directiva que limita las competencias de los bancos centrales nacionales en la supervisión y examen de las fusiones bancarias.

A pesar de las matizaciones, el malestar de las autoridades españolas ante la reacción proteccionista de uno de los países que más ha hecho gala de liberalismo, es evidente. El vicepresidente recordó que el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, "ya había dejado bastante clara" la posición española.

Argumentos de la CNE

Por otra parte, el vicepresidente segundo del Gobierno se mostró interesado en conocer "exactamente" los argumentos jurídicos en que la Comisión Nacional de la Energía (CNE) basa su recomendación al Gobierno de que mantenga un derecho de veto en Endesa ante la entrada de la italiana Enel en su capital.

Solbes precisó que todavía no ha analizado en detalle el informe no vinculante solicitado por el Ministerio de Industria a la CNE sobre si autorizar a Enel a ejercer derechos políticos por encima del 3% en Endesa, dado que la italiana tiene participación pública.

"Hay que analizar el informe técnicamente", dijo Solbes, y sobre todo la base jurídica de esa recomendación, antes de decidir "si es o no interesante" seguirla. Según la CNE, mientras persista la capacidad de intervención del Gobierno italiano, conceder la autorización a Enel sin condiciones podría entrañar "ciertos riesgos adicionales" sobre las actividades de Endesa.