"No hay quien proteja en una obra al que desprecia el riesgo"
El presidente del Consejo General de la Arquitectura Técnica, José Antonio Otero, insistió ayer en San Sebastián en la necesidad de aclarar "perfectamente" qué responsabilidades tienen en los accidentes laborales cada uno de los agentes implicados en las obras de construcción, "incluido el trabajador accidentado", y qué medidas de prevención pueden tomar. Otero realizó este llamamiento horas antes de ofrecer una charla titulada Construir sin accidentes, ¿es posible?, dentro de las jornadas sobre Seguridad y salud laboral en las obras de edificación organizadas por el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Guipúzcoa. Justo ayer, delegados de LAB se concentraron en Oñati para denunciar la muerte, el día anterior, de un trabajador autónomo que limpiaba un monte.
"Pedimos que la normativa aclare nuestra responsabilidad y la de los demás"
Pregunta. Los aparejadores y arquitectos técnicos han mostrado su inquietud por la exigencia de responsabilidades penales en los accidentes en la construcción.
Respuesta. Queremos dejar claro que esta profesión no quiere eludir ninguna responsabilidad que le corresponda, lo que pasa es que no puede ser responsable de lo que no está en sus manos. También queremos aclarar que el coordinador de seguridad de una obra [labor que realizan aparejadores y arquitectos técnicos] no coordina a los trabajadores, sino a las empresas que intervienen en la misma y las tareas que desarrollan.
P. ¿Cuál es su labor exactamente?
R. El coordinador de seguridad propone a las empresas un Plan de Seguridad. Éstas lo adaptan a sus medios y el coordinador tiene que aprobarlo y hacer un seguimiento. En cambio, el Plan de Prevención de Riesgos Laborales es una responsabilidad de las empresas, que son las que conocen a sus trabajadores, y ellas deben hacerlo cumplir.
P. ¿Podría poner un ejemplo práctico de su función?
R. Si voy a una obra y veo que hay un trabajador solando una acera y en los voladizos de arriba están colocando unas barandillas, digo automáticamente que eso no puede ser, porque a alguien se le puede caer una barandilla. Otra cosa es que el empleado que pone las barandillas esté bebido y se caiga. Eso no es responsabilidad mía.
P. Piden, por tanto, que la normativa española aclare cuáles son las responsabilidades de los aparejadores y arquitectos técnicos.
R. Sí, que aclare ante la justicia y la sociedad cuáles son nuestras responsabilidades y cuáles las de los demás, incluido el trabajador. Aun así, nunca vamos a hacer una obra con coste cero de muertos, pero podemos disminuir las víctimas. ¿Pero qué ocurre?
P. Dígalo usted.
R. Por un lado, hay una gran presión mediática. Por otro, la existencia de una Fiscalía especial complica la cosa, pues basa su éxito en procesar a más gente. Los fiscales se despachan pidiendo penas de cárcel por cuestiones increíbles [Pone como ejemplo una sentencia que condena a tres compañeros suyos por la muerte de unos trabajadores que cayeron de un andamio. Habían tomado cocaína]. Están especializados en buscar un presunto homicida. Cuando se mata alguien en la carretera no buscan al presunto guardia civil o ertzaina homicida, hay una presunción de culpabilidad del accidentado. En la construcción se invierte.
P. De sus palabras podría deducirse que la culpa de muchos accidentes la tiene el trabajador.
R. Sólo no, pero en muchos casos sí. No hay quien proteja al que desprecia el riesgo.
P. Pero no puede negar que hay empresarios que eluden sus responsabilidades.
R. Por supuesto. No estoy defendiendo ni a los aparejadores y arquitectos técnicos ni a los empresarios, sólo digo que racionalicemos las responsabilidades.
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