Touriño anuncia que la autopista entre Dozón y Ourense será gratuita

El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, se comprometió ayer a que la autopista que une Dozón y Ourense (continuación de la que transcurre entre Santiago y Lalín) será libre de peaje. El jefe del Ejecutivo aseguró que la medida intenta corregir la mala gestión del pasado, para vertebrar la Galicia interior y acabar con las dos velocidades. La conselleira de Política Territorial, María José Caride, recordó que fueron dos gobiernos del PP, los de Fraga y José María Aznar, los que firmaron el convenio para que el tramo Santiago-Lalín fuese de peaje.

"No sólo por ética, sino por futuro y por el desarrollo vertebrado de Galicia" el tramo Dozón-Ourense que se pondrá en marcha dentro de dos meses será libre de peaje, según anunció ayer el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño. Las consellerías de Política Territorial y Economía han asumido a tiempo, destacó el presidente, el cambio de modelo previsto por el anterior Ejecutivo autónomo "revertiendo una decisión adoptada inicialmente como irreversible". Pese a la "dificultades jurídicas y políticas" de esta decisión, el gobierno de la Xunta ha trabajado desde hace meses para conseguir este objetivo "de equidad y justicia" que "rompe con las dos velocidades de Galicia y convierte a Ourense en auténtica puerta de entrada", señaló Touriño en un acto celebrado en la ciudad de As Burgas.

Asumiendo el compromiso de su toma de posesión de "vertebrar Galicia, poniendo fin a las dos velocidades", Emilio Pérez Touriño arrancó ayer una ovación cerrada de los sectores económicos y sociales que se dieron cita en el Auditorio de Ourense, cuando anunció la liberalización del peaje en el último tramo de la autopista Santiago-Ourense.

El presidente de la Xunta compareció con la conselleira de Política Territorial, María José Caride, para avanzar medidas "correctoras de una mala gestión del pasado" y el futuro inmediato de "una Galicia unida en un gran país que podrá alcanzar niveles europeos de renta y empleo" como consecuencia de la vertebración de sus infraestructuras y del fin del paso cambiado que la Galicia del interior ha llevado hasta el momento con respecto a la atlántica. Touriño destacó que medidas como la ausencia de peaje -en realidad un "peaje en la sombra", dijo, como es el caso de las vías de O Salnés y Barbanza- en el nuevo tramo de la autopista a Santiago suponen un avance en ese objetivo del equilibrio territorial. En principio, para circular por ese tramo se pagarían 4,8 euros, el mismo importe que entre Dozón y Santiago.

El presidente del Ejecutivo autónomo se refirió a la "grave fractura interna que separa las dos galicias en igualdad de oportunidades", y manifestó que su compromiso actuará "como un motor potente y equilibrado" argumentando que las conexiones viarias y ferroviarias no sólo acercan distancias físicas, "sino económicas" y "son imprescindibles para cohesionar un territorio que sufre un grave desequilibrio histórico". La inauguración de los 30,4 kilómetros de la autopista Dozón-Ourense, con una inversión de 174 millones de euros, está prevista para julio de este año con el tramo Dozón-Cea. El verano que viene se completará la conexión hasta Ourense.

Antes de la intervención del presidente de la Xunta, la conselleira de Política Territorial, María José Caride, hizo un repaso de la gestión de las infraestructuras realizada hasta el momento en Ourense. "Pese a tratarse de la puerta de entrada en Galicia", señaló, "la provincia de Ourense estuvo siempre relegada social y económicamente" por lo que anunció un trabajo conjunto de su departamento con el Ministerio de Fomento para cambiar el rumbo. Entre los acuerdos alcanzados, Caride destacó la red de conexiones interiores de las autovías Ourense-Lugo, Ourense-Ponferrada, Verín-Frontera de Portugal y, especialmente, el puente internacional de Feces de Abaixo.

Respecto a la autopista Santiago-Ourense, la titular de Política Territorial recordó que la primera vez que se planteó la conexión entre ambas ciudades fue con el Gobierno presidido por Felipe González, a través del Plan Director de Infraestructuras 1993-2007, en el que se programaba la vía como libre de peaje. Un hecho que trocó en 1996 el Gobierno del PP presidido por José María Aznar, tras el convenio suscrito con la Xunta de Manuel Fraga, concluyó Caride.