14 municipios de Cádiz secundan una huelga general contra el cierre de Delphi
La patronal dice que el paro es perjudicial para los trabajadores y denuncia coacciones
Los sindicatos mayoritarios calificaron ayer de "éxito rotundo" la huelga general convocada en 14 municipios de la provincia de Cádiz (765.790 habitantes y unos 300.000 trabajadores) contra el cierre de la factoría de Delphi en Puerto Real, que cuenta con 1.600 operarios. El seguimiento por la mañana rondó el 100% en comercios, industrias y servicios públicos. Por la tarde, la ausencia de piquetes favoreció la apertura de bares y grandes superficies. La patronal gaditana criticó esta convocatoria de paro por entender que "no soluciona el problema, sino que lo agrava".
La huelga comenzó de noche. Las asambleas de trabajadores de los servicios de limpieza de los diferentes municipios acordaron no recoger las basuras. Las calles amanecían con los contenedores repletos. Los piquetes salían de madrugada. Su primer destino fueron las cocheras de los autobuses. En Cádiz, capital de la provincia con más paro de España, los representantes sindicales impidieron en las primeras horas la salida de los servicios mínimos de los autobuses porque, según explicaron, la empresa no había notificado los horarios a los conductores. Allí fueron quemados varios contenedores y un coche fue volcado a las puertas de las empresas de transporte.
Los piquetes se desplazaron al amanecer a los polígonos industriales. La inactividad era casi absoluta. Las grandes empresas como Navantia, Airbus, Dragados o Altadis no abrieron. Otras más pequeñas sí lo hicieron. En el río de San Pedro, una barriada de Puerto Real, los piquetes arrojaron piedras contra la fachada de una empresa de seguridad. En el polígono Tres Caminos de San Fernando algunos negocios fueron obligados a cerrar. Allí ardieron también varios contenedores. En otro polígono comercial de El Puerto de Santa María las tiendas bajaban sus rejas al paso de los representantes sindicales.
Al acercarse el horario de apertura de los comercios, los piquetes se dividieron en pequeños grupos por los cascos urbanos, centros comerciales y zonas de ocio. En el centro histórico de Cádiz fueron cerrando tiendas a su paso. Una de las situaciones más tensas se vivió en los juzgados. Allí se estaban celebrando juicios. Los representantes sindicales lanzaron gritos contra el cierre de Delphi y reclamaron solidaridad con sus trabajadores. Al final consiguieron que las puertas de los juzgados se cerraran, aunque la actividad continuó dentro. A mediodía se organizaron concentraciones a las puertas de los ayuntamientos. Una de las más numerosas fue la de Puerto Real. Allí participaron mujeres de trabajadores de Delphi, mientras un portavoz sindical comenzaba ya a celebrar el "masivo" respaldo a la huelga.
Las primeras cifras se aportaron a la una de la tarde frente a la Subdelegación del Gobierno de Cádiz, donde los líderes provinciales de CC OO y UGT situaron el seguimiento de la huelga en torno al 100%. "Hay 14 poblaciones secundando masivamente la huelga general convocada por los sindicatos. Creo que tiene que ser un aldabonazo para que la Junta y la Administración central vuelvan a mirar a la Bahía de Cádiz", defendió ante 300 manifestantes el secretario provincial de Comisiones Obreras, Manuel Ruiz.
La huelga había sido convocada en todos los municipios donde residen los 1.600 operarios de Delphi. Son seis municipios de la bahía gaditana (Cádiz, San Fernando, Puerto Real, Rota, El Puerto, Chiclana); cinco de la comarca de la Janda (Paterna, Medina, Benalup, San José del Valle y Conil), además de Jerez, Sanlúcar y Chipiona. El seguimiento fue especialmente elevado en la bahía gaditana y Jerez, mientras que en el resto fue menor. En algunos como Benalup apenas se sintió el paro.
Los sindicatos cifraron en un 85% el seguimiento de la huelga en centros de enseñanza pública y concertada. La presencia de alumnos en las aulas fue mínima. La universidad gaditana permaneció completamente cerrada. Los transportes urbanos, la sanidad y la Administración decretaron servicios mínimos.
La huelga general, convocada por CC OO y UGT, fue rechazada días antes por la Confederación de Empresarios de Cádiz. Ayer, su secretario general, Javier Sánchez, criticó este paro por entender que "no resuelve el conflicto y además lo agrava, porque la imagen de la bahía ha vuelto a verse perjudicada". Sánchez denunció que los piquetes "amenazaron" a numerosos empresarios para obligarles a cerrar y, aunque aseguró que se resistía a entrar en una batalla de cifras, dudó del alto seguimiento aportado por los sindicatos. "Ha habido una intensa actividad de puertas para dentro en muchos sitios", sostuvo. El presidente de la patronal hostelera, Antonio de María, denunció que algunos de sus asociados cerraron ante la amenaza directa de que los piquetes iban a "destrozar sus negocios".
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