De punta a punta por 1,70 euros

Manises ya no tiene que envidiarle a otros aeropuertos europeos una conexión con el centro de la ciudad rápida y asequible. Desde ayer ir del puerto al aeropuerto de Valencia costará unos 30 minutos y 1,70 euros (con billete sencillo). Los viajeros, que hace apenas año y medio se jugaban la vida intentando pasar de la vía de Renfe a la terminal aérea campo a través, sólo tendrán ahora que recorrer 150 metros desde el andén hasta la pista de vuelos.

Cuando los políticos -el consejero de Infraestructuras, la alcaldesa de Valencia y los alcaldes de Quart de Poblet, Manises, Riba-roja y Mislata-, acabaron la visita se abrió el servicio al público. Chiara, Nicki y Walter, tres italianos de Venecia, fueron de los primeros en estrenar la prolongación de la L-5 del metro, en la que la Generalitat ha invertido 142,6 millones de euros.

"Mi novia me dijo anoche por teléfono que hoy se abría el metro y por eso hemos venido. No depende del follón del tráfico y vale menos", dijo un Walter sorprendido cuando el consejero José Ramón García Antón se acercó hasta él para regalarle un bono gratis.

"He venido adrede para ver la nueva estación", añade Carlos, un estudiante de Turismo. "Antes el transporte era bastante malo. Sólo una línea de autobús cada 20 minutos, taxi o el palo de usar el vehículo privado", describió en tono crítico. "Ahora es una pasada". La ampliación de la L-5 evitará además 4,5 millones de desplazamientos en coche cada año, según García Antón.

Dos parejas de jubilados confiesan que han ido al aeropuerto "a hacer turismo". José, con una gorra de la America's Cup calada hasta el fondo, explica que como tiene tiempo se dedica a conocer todo lo nuevo de la ciudad. "Vamos a todo lo que podemos", agrega Maria Vicens, que piropea a la alcaldesa Barberá y al presidente Camps por los "preciosa, preciosa", que han puesto la ciudad. Dos empleados del aeropuerto sonríen ante estos testimonios. "La verdad es que la gente lleva ya dos semanas preguntando por el metro. Desde el mismo día que se instalaron los paneles informativos", explica uno. "Había expectación, porque la apertura se ha retrasado un poco", reconoce otra trabajadora.

Menos contento está el gremio del taxi. "Rita nos está robando el pan de nuestros hijos", dice tremendista Pepe, un profesional del taxi con más de 30 años de experiencia. "No nos estamos enterando tampoco de la Copa del América. ¿Ve usted aquellos coches?", y señala algunos vehículos privados con chófer, "esos ni pagan módulos, ni impuestos ni llevan la placa de SP (servicio público). No estamos cogiendo ni un VIP".

Ricardo, conductor de taxi desde hace 5 años, no ve las cosas mucho mejor. "Nadie lo piensa, pero Aerobus [autobús que conecta el aeropuerto con la ciudad desde finales de 2005], cuesta 2,50 euros el billete. Visto así, el coste de cada plaza de taxi no llega a los cuatro o cinco euros, y yo dejo al servicio donde quiere y le ayudo con las maletas.", subraya Ricardo, quien advierte que si el trabajo no es rentable no habrá taxis a las puertas de Manises. "No hay tantos taxistas dispuestos a a subir desde Valencia y tirarse aquí hora y media de espera para nada", añade.

De vuelta al centro, con el servicio abierto al público, pocos viajeros acceden desde las nuevas estaciones. No es el caso de María Ángeles y Consuelo. Ambas llevan más de un año y medio de cabeza para entrar o salir de Manises. "En autobús empleas cerca de tres cuartos de hora, a veces más, dependen del tráfico, para llegar, tanto en autobús como en coche particular", explica la primera. Consuelo reconoce que había pensado incluso en pedir un traslado a un centro de salud de Valencia porque desde la desaparición del servicio de Cercanías de Renfe -suspendido para poder llevar a cabo la prolongación del metro-, el viaje hasta Manises ha sido una odisea. El aeropuerto es importante, pero, según la Generalitat, los cerca de cinco millones de pasajeros anuales previstos en esta prolongación se nutrirán de Quart de Poblet y Manises, que también estrenaron conexión metropolitana pública y asequible.

Los usuarios que viajen en dirección al puerto, tendrán que llegar con la L-5 a la Estación de Serrería y hacer trasbordo con el tranvía.