El jazz que nace de la devastación
El trompetista Wendell Brunious y la cantante Lilian Boutté traen a Galicia la música de una Nueva Orleans que despierta del Katrina
"Si la vida te da limones, haz limonada. Hay que sacar provecho a la vida", sentencia el trompetista Wendell Brunious. Y es con esta filosofía que la New Orleans Parade reemprendió, tras el devastador huracán Katrina que aniquiló a la legendaria capital de Luisiana, la gira en su propio país y por todo el mundo para difundir y mantener más vivo que nunca el jazz, el auténtico, nacido en la más mediterránea ciudad de Norteamérica.
"Fue nuestra manera de despertar de la catástrofe. Llevar por todo el planeta el jazz de Nueva Orleans, que es todo corazón y ritmo", explica Brunious, conocido por haber sido uno de los líderes de la banda del local donde nació el jazz, el Preservation Hall Jazz Band.
A su lado, la sonriente Lilian Boutté asiente. Es una de las grandes vocalistas del jazz, la única que comparte con Louis Armstrong el título de embajadora musical de Nueva Orleans. Y ayer se declaraba "absolutamente feliz" por abrir en A Coruña, con el grupo al que pertenece desde 1973, el nuevo ciclo de jazz de la Fundación Barrié de la Maza, dedicado este año a la cuna de esta música. "Porque en España son especialmente amantes del jazz, y para nosotros estar aquí es como volver a casa", explica la cantante al recordar las raíces que dejó en Luisiana las sucesivas ocupaciones francesa y española.
El origen de todo
Brunious y Boutté, junto a los seis otros componentes del New Orleans Parade, son orgullosos profetas para el mundo del jazz más típico de su ciudad, "el que influenció y en el que tiene su origen todo tipo de música posterior", declara, rotundo, el consagrado trompetista. "Es una explosión de música grande, con un ritmo y una mezcla sin parangón, único", añade la cantante en la charla con periodistas horas antes del concierto que protagonizó anoche en el Palacio de la Opera de A Coruña.
Tanto Brunious como Boutté consideran "interesantes" las aportaciones al jazz de otros géneros de música, la mezcla con sonidos japoneses o innovaciones de Mali como los que ofrecerán otros grupos que participarán en este ciclo en homenaje a Nueva Orleans que se desarrollará hasta el 5 de mayo en A Coruña y Vigo.
"La savia nueva siempre es buena", declara la cantante. No obstante, como orgullosos intérpretes del patrimonio musical de su ciudad, los dos artistas reivindican respeto por su cultura. "Es bueno que se imite nuestra música en todo el mundo, pero nosotros lo que queremos mantener vivo es el jazz de Nueva Orleans, que sólo pueden tocar la gente que es de esa ciudad", advierte Wendell Brunious.
Para su compañera, esta afirmación es comprensible si se tiene en cuenta que lo que hace único el ritmo del jazz de la capital de Luisiana es el hecho de que es la ciudad con más mestizaje de América. Y en ésta su primera vez en tierras gallegas, Boutté solamente tiene una preocupación: conseguir que la gente de aquí deje las butacas para bailar al ritmo del New Orleans Parade. "Si no te mueves, no vale", afirma en medio de una gran carcajada la embajadora musical de Nueva Orleans.
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