Barberá cree un bodrio la ley de paridad y Camps promete una dirección de igualdad

Decenas de candidatas muncipales del PP aplaudieron a rabiar ayer a Rita Barberá, alcaldesa de Valencia, cuando afirmó que la reciente ley de paridad impulsada por el Gobierno socialista es "un bodrio" en el curso de un acto público celebrado en la sede del partido en Valencia. Minutos más tarde, las mismas candidatas aplaudieron con el mismo entusiasmo a Francisco Camps, presidente de la Generalitat, cuando anunció que tiene previsto "crear una dirección general de igualdad de oportunidades" que asumirá una mujer si logra revalidar el cargo el 27 de mayo.

Adela Pedrosa, secretaria regional del PP y candidata a la alcaldía de Elda, abrió la descarga contra la ley de paridad y arrancó los primeros aplausos de sus compañeras cuando afirmó: "Las mujeres no somos una cuota, somos una realidad".

Barberá hizo gala de oficio y capacidad retórica poco después: "Humillante, sencillamente humillante considerar que las mujeres no somos más que una cuota". Y siguió: "El PP no distingue a las personas a partir de una letra en el carné de identidad, sino por su capacidad y entrega".

Si Pedrosa había invocado un proverbio chino que apunta que "las mujeres son la mitad que sostiene el cielo", Barberá se ganó al auditorio con una paráfrasis: "Las mujeres somos la mitad que sostiene el cielo y el todo que trabaja en la tierra".

La candidata a un quinto mandato al frente de la alcaldía de Valencia puso el acento en dos promesas electorales en favor de las mujeres. Por un lado, la consecución del pleno empleo femenino sin mayores menciones a la conciliación de la vida familiar y laboral. Por otro, el combate a la violencia de género y la atención a sus primeras víctimas, las mujeres y sus hijos.

Francisco Camps, candidato a la presidencia de la Generalitat, se abrochó tímidamente la chaqueta antes de tomar la palabra. Las candidatas municipales habían celebrado con pasión varias bromas de Barberá en torno a la supuesta supremacía de los hombres en diversos ámbitos.

Camps celebró la calidad de una serie de virtudes formalmente consideradas femeninas para ganarse al auditorio antes de lanzar la promesa electoral prevista en el guión: "En el gobierno que estoy pergeñando para el futuro voy a crear una dirección general de igualdad de oportunidades", un departamento que será encomendado a una mujer y cuya misión primordial será "vigilar que no haya ninguna discriminación en la sociedad".

Camps también subrayó la apuesta por el empleo femenino y sí deslizó una medida para conciliar la vida familiar y laboral, la ampliación a las tardes de los horarios de médicos pediatras en los centros de salud.