"Un 30% del electorado se siente fuera de la sociedad"

Alcalde del suburbio lionés de Venissieux -al que pertenece Les Minguettes- desde hace 22 años, diputado desde 1993 y militante del Partido Comunista, André Gerin (Vienne, 1946) es un personaje muy conocido en Francia y una de las voces políticas de las banlieues. Es autor del libro Los guetos de la República, escrito al calor de las revueltas que incendiaron los suburbios franceses en el otoño de 2005.

Pregunta. ¿Ha sido un fracaso la política en las banlieues?

Respuesta. Podemos decir que, tras la esperanza desatada con motivo de la victoria de [el presidente socialista] François Mitterrand y de la Marcha de los 100.000 beurs de 1983

[con la que arrancó desde Venissieux el movimiento para reclamar los derechos de los inmigrantes], todos los indicadores sociales, culturales y económicos se han agravado. No hemos solucionado el voto de los inmigrantes, el paro es del 30%, y del 45% entre los menores de 25 años. Los cambios esperados no han tenido lugar, al contrario nos enfrentamos a un empobrecimiento. Todos los ingredientes están ahí para mostrar el fracaso, incluso el callejón sin salida, en la cuestión de los barrios populares. El sentimiento que tienen las clases populares es que no tienen reconocimiento ni cívico ni social en Francia, lo que explica la dimensión nacional de los disturbios del otoño de 2005.

P. ¿Se ha producido algún tipo de movilización política en los suburbios en relación con las elecciones presidenciales?

R. Se ha producido una progresión en las adscripciones para poder votar. Ya se notó una mayor participación en el referéndum sobre la Constitución europea de mayo de 2005. Y tengo el sentimiento de que habrá más votos el 22 de abril. El problema son los indecisos y que un 30% del electorado francés, las clases populares, tiene cada vez más el sentimiento de vivir fuera de la vida económica y cívica, y ése es el gran punto de interrogación. ¿Qué van a hacer los barrios populares el próximo día 22? Un 30% del electorado se siente fuera de la sociedad. La tendencia es a no considerarlos sujetos políticos.

P. ¿Pueden repetirse las revueltas del otoño de 2005?

R. Absolutamente. Tanto es así que actualmente hay 150 coches quemados y cinco policías atacados en Francia todos los días. Y existen dos cuestiones tabúes: el problema de las mafias y del integrismo islámico radical, que está siendo minimizado, y la segunda es el racismo antiárabe, antisemita pero también antifrancés. Desde los ochenta se ha producido una decepción creciente, incluso un desafío. Aunque la gente está mostrando mayor interés por las elecciones presidenciales, no están ni mucho menos dispuestos a creer a los políticos ni a hacerse ilusiones sobre lo que va a pasar en el futuro. Lo que espero es que los medios populares lleguen a desempeñar un papel fundamental en la vida política francesa.