La fiscalía rebaja las penas de los agentes acusados en Roquetas

El ministerio fiscal ha rebajado en su escrito de calificaciones la pena máxima solicitada al principal imputado por la muerte, en julio de 2005, del agricultor Juan Martínez Galdeano en el cuartel de la Guardia Civil de Roquetas de Mar (Almería). El fiscal pide para el teniente José Manuel Rivas tres años y seis meses de prisión por los delitos de atentado grave contra la integridad moral y otro de homicidio imprudente. Por los mismos delitos solicita para el agente José Antonio Moreno y la guardia María José Sánchez tres años y tres meses, respectivamente. Para el resto de agentes las penas oscilan entre los dos y los tres años.

Rivas se enfrentaba, en las calificaciones provisionales hechas por la fiscalía, a una pena de dos años y seis meses de prisión por delito de atentado grave contra la integridad moral y cuatro años y nueve meses por los delitos de lesiones y homicidio imprudente. Pese a la rebaja de tres años y cuatro meses, el fiscal consideró que los agentes "podían haber adoptado otras medidas

Para el ministerio público, el fatal desenlace está relacionado con el hecho de que los agentes obligaran al detenido a entrar en el vehículo oficial mampara para que lo atendieran en el Centro de Salud y posteriormente para que la Policía Local le practicara el control de alcoholemia.

El fiscal considera probado que Rivas y la agente María José Sánchez atentaron contra la integridad física y moral del agricultor cuando éste estaba caído en el suelo, esposado por delante, en camisa y calzoncillos "en situación de gran estrés, de indefensión y denigrante para él". Tilda de "lamentable" la actuación de la única mujer acusada, ya que, una vez herida, "vuelve y golpea al agricultor".

Golpes "innecesarios"

Rivas ordenó a sus subordinados, según consta en el escrito del fiscal, que se retiraran del detenido, momento en que éste empezó a "golpear a éste de manera innecesaria hasta ocho veces". Mientras, María José Sánchez, también de forma "innecesaria", golpeó dos veces en las extremidades inferiores.

El fiscal destaca que todo esto ocurrió sin que los guardias Marcos, Jódar, Granero y Acuyo "ni por acción tendente a impedirla ni tan siquiera de palabra, trataran de disuadir a su mando y a su compañera de la acción que ejecutaban, colaborando con su callada aquiescencia a lo que aquéllos hacían (...)". Para estos cuatro guardias civiles la pena asciende a tres años de prisión al atentar gravemente contra la integridad moral de Galdeano "en comisión por omisión".

Para los ocho imputados, el fiscal pide una multa de 12 euros diarios durante seis meses por un delito de lesiones. La acusación particular en representación de la familia rebajó de 12 a cinco años y seis meses de prisión la calificación para el teniente José Manuel Rivas, al que considera autor de los delitos de atentado grave.