Aislados 22 horas al día en celdas de acero
Amnistía Internacional denuncia que las condiciones en la cárcel han empeorado
Incomunicados en celdas sin luz natural ni aire fresco, sin papel ni lápiz para escribir, sin ningún tipo de actividad, observados todo el día por sus guardianes. Las condiciones de vida son inhumanas en la prisión estadounidense de Guantánamo, según denuncia Amnistía Internacional en un informe en el que la organización asegura que la situación de los 385 prisioneros ha empeorado en los últimos meses.
"La gran mayoría de las personas que siguen detenidas en Guantánamo están recluidas en condiciones crueles de aislamiento, en abierto desacato de las normas internacionales", según la organización no gubernamental dedicada a la defensa de los derechos humanos, que reclama al Gobierno de Washington el cierre de la cárcel.
El informe, que se ha elaborado con los testimonios de los abogados de los detenidos y
fotografías difundidas por el Ejército estadounidense, se centra en el llamado Campo 6, una nueva instalación que se abrió en diciembre pasado en la base naval estadounidense en Cuba y en la que las condiciones de las prisiones son aún más duras, según Amnistía. Los informes revelan que las nuevas medidas de seguridad, aún más estrictas, se han adoptado tras la prolongada huelga de hambre y el aparente suicidio de tres detenidos en junio de 2006.
En ese Campo 6, los detenidos están recluidos 22 horas del día en celdas de acero individuales, cerradas, casi sin contacto humano. Las celdas no tienen ventanas al exterior. Están sometidos las 24 horas a luz eléctrica y vigilados constantemente por guardias a través de estrechos ventanucos en las puertas de las celdas. Sólo hacen ejercicio en un patio de muros altos en el que apenas penetra la luz del sol. "A menudo se les ofrece hacer ejercicio sólo de noche, con lo que pueden pasar días sin ver la luz natural", explica la organización.
Muchos de los detenidos trasladados al Campo 6 se encontraban anteriormente recluidos en el Campo 4, donde vivían en barracones comunales y tenían acceso a una serie de actividades recreativas. En el Campo 4 sólo quedan unos 35 detenidos, de los 180 que había en mayo de 2006.
Amnistía compara la situación en el Campo 6 con las condiciones imperantes de las prisiones estadounidenses de alta seguridad, que son las que albergan a los prisioneros más peligrosos. Pero hasta en esas cárceles, si tienen un buen comportamiento, pueden conseguir una radio, una televisión, periódico, enviar cartas y recibir visitas.
"La mayoría de los detenidos en Guantánamo han sufrido un trato duro a lo largo de toda su privación de libertad, recluidos en jaulas de tela metálica o en celdas de máxima seguridad", según Amnistía. De los 385 presos, cerca del 80% de los detenidos están aislados y, salvo el australiano David Hicks, condenado la semana pasada a nueve meses de prisión por apoyar el terrorismo, ninguno ha sido juzgado. Algunos llevan en esta cárcel seis años.
No hay contacto personal entre los presos y sus familias y, en muchos casos, los guardianes borran los fragmentos de ánimo y cariño de las cartas que se envían a los reclusos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.