El Guadiana de IU

Con un buen símil resumió Diego Valderas la polémica por el nuevo fichaje de la alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar, para su campaña electoral. Dijo el coordinador andaluz de IU que Luis Carlos Rejón es como el río Guadiana. "Por sus apariciones y desapariciones", aclaró. El último meandro por el que asoma la cabeza de Rejón son los comicios municipales en Córdoba. Aguilar lo quiere a su lado durante la campaña y a los dirigentes de IU les cuesta olvidar que se fue de su partido echando pestes.

Rejón (Baena, Córdoba, 1951) fue una de las caras más conocidas de la coalición. En las elecciones autonómicas de 1994, fue el candidato a la Junta y logró 20 escaños, el récord de IU. En las generales de 2004, no logró los votos suficientes en Córdoba para ser elegido diputado. En mayo de ese año, fue dado de baja. La dirección argumentó que sus estatutos prohíben que un militante concurra a unos comicios en otra lista, ya que Rejón había decidido presentarse a las europeas en la plataforma Europa de los Pueblos.

Se apartó entonces de la política y se dedicó a sus negocios y a dar clases de Historia en un instituto de su municipio.

En septiembre de 2006, se filtró a los medios de comunicación que la alcaldesa quería que Rejón, como ya ocurrió en 2003, fuera el encargado de diseñar su campaña. El plan de Aguilar pasaba porque el ex militante de IU se incorporase a la plantilla del Ayuntamiento como asesor de Andrés Ocaña, responsable de Urbanismo y mano derecha de la alcaldesa.

Y se abrió la particular caja de Pandora de IU.

Tanto los dirigentes provinciales como los regionales de la coalición se quejaron públicamente. Le pedían que retirara aquel "IU no tiene futuro", con el que los responsables del partido dicen que se despidió. La bronca entre Aguilar y la dirección de la coalición fue creciendo día a día, declaración a declaración... ¿Y qué hizo Rejón? ¿Rectificó? Pues no. Renunció al puesto que le ofrecía la alcaldesa. Eso sí, no se mordió la lengua. Estas son algunas de las cosas que dijo en una entrevista a EL PAÍS: "La flexibilidad y la capacidad de tolerancia era el modelo de IU antes. Pero el de ahora me da miedo. Menos mal que no van a ganar unas generales o autonómicas, porque si no era para irse al Magreb"; "no se puede dirigir una campaña contra una organización. Esto me ha llevado a tomar la decisión de que en ningún ámbito vuelvo a colaborar con Izquierda Unida. IU y yo estamos rotos".

Y rotos parece que continúan IU y Rejón. Esta semana se ha conocido la intención de la alcaldesa de fichar al ex militante de IU para su campaña, sin que se haya especificado muy bien qué labores desempeñará. Y un amago de enfado público ha tenido el coordinador provincial de IU, Enrique Centella, quien ha dicho que Rejón "no tiene nada que ver ni quiere tener nada que ver" con IU. Pero Valderas ha intentado frenar la polémica y que el malestar se quede sólo de puertas adentro. No son buenas fechas para que se produzca un nuevo enfrentamiento entre Aguilar y la dirección. Además, la alcaldesa se apresuró a decir que la incorporación de Rejón era como "amigo", que no cobraría un euro de la organización y que no ocupará ningún cargo que dependa de IU. Y se decreta silencio, como ha hecho esta semana Aguilar a decir que no hablará del caso Rejón.