Récord de la australiana Lenton en 100m libre con Phelps de 'liebre'

La estela de Michael Phelps se alarga cada día que pasa. El nadador estadounidense no sólo ha cuestionado la jerarquía de su compatriota Mark Spitz, sus siete oros en los Juegos Olímpicos de Múnich 72. No conforme con conquistar otras tantas medallas del mismo metal en los Mundiales de Melbourne, con batir a lo grande récords como el de los 200 metros libre del australiano Ian Thorpe, también estimula a los rivales. Les hace sacar lo mejor que llevan dentro, plantearse horizontes indómitos. En Melbourne lo hizo con los hombres. En Sidney, dentro de la prueba mixta de relevos 4x100 del Duelo en la Piscina que disputaron Australia y Estados Unidos, con una mujer, Libby Lenton.

La australiana, también de 21 años, ganadora de cinco oros y dos platas en los recientes Mundiales pero eclipsada por el de Baltimore, batió ayer de forma oficiosa el récord del mundo de los 100 metros libre (52,99s) en la primera categoría de los relevos.Lenton nadó la posta en la calle de al lado de Phelps, que le hizo de liebre, y dejó en nada los 53,30s de la alemana Britta Steffen en Budapest el año pasado. El récord no es oficial, pues deberá ser homologado por la Federación Internacional de Natación (FINA). Desde el equipo australiano se aseguró que ese organismo les había comunicado ya que tenía validez.

"Sinceramente, Phelps estaba un poco intimidado. Me tenía miedo", dijo entre bromas Lenton. Ya en serio, reconoció: "Cuando he visto el tiempo, me he quedado pasmada. ¡Es impresionante!". Luego, en la prueba individual, sin Phelps a su vera, Libby se lo tomó "con más calma" (54,08s).

Atrás quedan los ataques de asma que descolocaron a la nadadora en los Juegos de la Commonwealth de 2006, cuando sufrió uno tan agudo que le debieron suministrar oxígeno. "Es frustrante, pero lucharé", decía entonces Lenton. Por algo su técnico, Stephen Widmer, insistía en que superar un problema médico aporta un gen competitivo definitivo.