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Eduardo Alonso: "No sé nada del proyecto teatral de Cultura, y no soy el único"

El director de 'Imperial: Café cantante' se muestra "desencantado" con la política teatral

"No contaba con ganar", dice Eduardo Alonso. El director de Teatro do Noroeste elogia los montajes que competían con el musical Imperial: Café cantante en la undécima edición de los Premios de Teatro María Casares. En la categoría de mejor texto original, Contos troianos, de Manuel Lourenzo, y Final de película, de Gustavo Pernas, Premio Rafael Dieste y Max de Teatro en 2005 y 2006.

"Final de película [Áncora Teatro] estaba destinada a ser premio de texto", dice.

Sin embargo, Teatro do Noroeste recibió cinco galardones de los 13 posibles. Música, escenografía, vestuario, iluminación y texto original. Otra compañía clásica, Teatro do Atlántico, se llevó las jarras de dirección (Xulio Lago) y montaje por A raíña da beleza de Leenane. Desde 2001, los 240 miembros de la Asociación de Actores y Actrices de Galicia (AAG) deciden con su voto la orientación de los premios que convocan. Si la excelencia excede los premios o si éstos son representativos de la escena es tema aparte. "Habría que preguntarse cuánta gente de la profesión va al teatro", ironiza Alonso.

Imperial, ambientada en Vigo durante los meses previos al asesinato de José Calvo Sotelo, cinco días antes de la rebelión militar de 1936, requirió un trabajo de documentación de casi ocho meses, cursillos de canto (se elogió la interpretación de Maxo Barjas en el papel de la fadista María das Neves) y alguna licencia histórica. "Esperanza es el nombre del barco en el que el protagonista emigra a Argentina, aunque ningún trasantlántico con ese nombre salió de Vigo por esas fechas. La visita de Primo de Rivera a Vilagarcía en 1932 también la aproximamos a la obra, pero todo lo demás sucedió así", señala. "Hasta el más mínimo detalle". El libro-cedé de la obra, con la música de Bernardo Martínez, está publicado en Laiovento.

Primer director del Centro Dramático Galego (hasta 1986), miembro del Consejo Nacional de Teatro y autor de Unha política teatral. Estruturar teatralmente Galicia, (1988), Alonso estrenó recientemente Romeo y Julieta, otro montaje caro [Imperial recibió una subvención de 50.000 euros, la cuarta parte de su coste total]. "Teatro do Noroeste está haciendo un trabajo que todavía no se ha reconocido. En Imperial tuvimos en nómina a 10 actores y tres técnicos, y ahora somos 15. Una subvención a una compañía de estas características en países próximos al nuestro es cuatro veces mayor, y con planificación a varios años" .

Preguntado por el Plan Galego das Artes Escénicas anunciado por la Consellería de Cultura el 26 de marzo, víspera del Día Internacional del Teatro, Alonso es claro: "El otro día me enteré de que las mesas de trabajo ya están constituidas. No sé nada de ese proyecto, y no soy el único". "De todos modos estoy un poco harto de las declaraciones a la prensa de la consellería", afirma. "También iban a crear el Instituto Gallego de las Industrias Culturales y nunca más se supo".

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El ejemplo catalán

El fundador de Teatro do Noroeste confiesa estar "un poco desencantado" con la profesión teatral "y también con respecto a la política teatral de los últimos años". "Cuando las esperanzas no se cumplen, es peor que si no las hubiera".

En cuanto al CDG, su diagnóstico presupone una praxis institucional: "Si hablamos de recuperar público y de potenciación del teatro de autor gallego contemporáneo... Está eso del autor residente. A Pazó [autor y director del último estreno del CDG, A piragua] cuando le preguntan dice que le encargaron hacer un texto. Me da la impresión de que se están intentando privatizar algunos servicios".

Sólo una función de Imperial en Vigo recibió financiación de las cajas. Para Alonso, "si las instituciones públicas te atiendan poco y las financieras casi están en contra, la supervivencia del teatro es difícil. ¿Qué habría sido del teatro catalán sin el apoyo de la banca autóctona?". La suerte es que el teatro "nunca muere". Ahora le encantaría montar Madre Coraje, de Brecht.

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