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Columna
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Redes empresariales en el exterior

Hace unos días tuvo lugar en Montevideo un encuentro técnico entre representantes empresariales gallegos con empresarios de origen gallego en distintos países latinoamericanos. Dos consideraciones y tres conclusiones pueden servir de relatorio final del mencionado seminario de trabajo. En primero lugar, se asintió que el proceso de globalización es tan intenso que ha ampliado los niveles de competencia y rivalidad entre países, entre empresas y entre ciudadanos, como si la tierra fuera plana, en clara alusión al libro de Thomas Friedman; y que tal situación obliga a una inmediata necesidad de posicionamiento en el nuevo contexto.

Como conclusiones podemos afirmar que para afrontar la actual situación es preciso poseer dimensión y tamaño, alcanzar ventajas competitivas y lograr unos ratios de internacionalización más diversificados tanto en lo que hace referencia a mercados como a productos, ya sean finales o intermedios. El encuentro ha servido no solamente para dar un cambio de rumbo a las acciones de proyección exterior de una comunidad autónoma (siguiendo un documento-guía recientemente elaborado), centrando sus actuaciones en aquellos ámbitos de orden económico y estratégico, así como logrando abrir caminos a la conjunción de esfuerzos entre los diferentes agentes económicos y sociales.

La presencia de conselleiros de la Xunta de Galicia (Economía, Industria y Trabajo); representantes empresariales de distintas actividades; de entidades financieras; y del campo académico fueron capaces de presentar y de advertir a los asistentes tanto las debilidades como las fortalezas de nuestra economía.

Dos nuevas líneas de trabajo se pueden extraer de dicho encuentro. La primera es la necesidad de formalizar redes empresariales y la segunda es la continuidad de las acciones. Con respecto a la necesidad de establecer redes entre empresas partimos de la apuesta por potenciar las aptitudes de una sociedad. La redes empresariales poseen tres ventajas: a) son trascendentales, porque contribuyen al caudal del aprendizaje, incrementan las economías de escala, posibilitan la flexibilidad y comparten riesgos económicos; b) buscan la eficiencia, ya que se dotan de información fiable y confiable; y c) finalmente, son estratégicas, porque reducen la incertidumbre tecnológica; ayudan a generar ganancias; limitan comportamientos oportunistas; facilitan la expansión de la producción, difunden información y conocimientos; crean nuevas especializaciones técnicas y disminuyen los costes de administración. Las redes son parte esencial de la formalización de un modelo económico que ha de ser, a la vez, creativo, competitivo y atractivo. En la medida que las tasas de crecimiento anual de nuestro comercio exterior son más elevadas que las del propio crecimiento económico, nos da una idea del recorrido que posee la economía gallega; claro está, si es capaz de estimular comportamientos racionales en torno a la maximización de las funciones-objetivo centradas en la internacionalización, en la presencia y en el posicionamiento.

La segunda línea de acciones a emprender es la continuidad de los encuentros; que ahora tienen que enfocarse por sectores o por ramas de actividad. Se trata de reforzar la masa crítica de la capacidad productiva y de servicios de la economía gallega, al objeto de generar efectos de arrastre que favorezcan incrementos de competitividad. Es decir, no puede haber rupturas en el proceso de conformar redes empresariales, porque en esos supuestos se mermarían las opciones de crecimiento y de posicionamiento exterior.

De ahí que sea necesario, convocar ya nuevas reuniones más específicas que sean capaces de desarrollar una oferta territorial diferenciada y competitiva a nivel global. Llevar a cabo esta estrategia exige que las propias redes empresariales apunten hacia el desarrollo de alianzas inter-empresas. La razón de esta propuesta es alcanzar en el menor tiempo posible una dimensión y una presencia tanto más fuerte como más intensa. Sólo aquellos que sean capaces de afrontar dichos desafíos formarán parte de las economías ganadoras. Las posibilidades se han abierto y las opciones han quedado nítidamente expuestas.

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