La Generalitat y el circo catalán elaborarán un plan integral para regular el sector

El anuncio del Circ Cric de la anulación de su gira por Cataluña ante las dificultades burocráticas para realizarla dio, hace dos semanas, la voz de alerta. Pero hace mucho tiempo que el sector exige una firme actuación administrativa que le permita desarrollar su actividad con normalidad. En este contexto, el consejero de Cultura y Medios de Comunicación, Joan Manuel Tresserras, y el portavoz de la Asociación de Profesionales del Circo de Cataluña (APCC), Jordi Jané, presentaron ayer un Plan Integral de Apoyo al Circo en Cataluña, por el momento una mera declaración de intenciones, con una serie de pautas de trabajo cuyos primeros frutos no se verán hasta dentro de unos meses.

El documento consensuado por ambas partes y presentado ayer a los medios de comunicación, se anunció como el fruto de dos años de trabajo. En él se contemplan aspectos como la necesidad de regular la formación de los profesionales del circo o de establecer un protocolo para las giras de circo de carpa, con derechos y obligaciones para las compañías y los ayuntamientos de acogida. Este último punto entronca con las demandas del Circ Cric y de muchos otros circos que se ven abocados a un galimatías administrativo por culpa de la falta de un criterio uniforme en relación al circo. En algunos ayuntamientos depende de Cultura; en otros, de Vía Pública... los requisitos de instalación varían según el municipio. La intención es establecer unos criterios regulares y conseguir que la interlocución entre los circos y el ayuntamiento se haga siempre a través de la concejalía de cultura.

Otros puntos reflejados en el documento son la aprobación (prevista para 2008) del estatuto del artista y el código de buenas prácticas (rechazo al trato indigno a los animales y a la publicidad engañosa) y el refuerzo de los centros de creación ya existentes, como el Ateneu Popular de Nou Barris y La Vela de Vilanova i la Geltrú, al que deberán añadirse otros nuevos. También se anuncia la creación de una red de Ciudades Amigas del Circo que debe garantizar un circuito estable por toda Cataluña. Y se anuncia la elaboración de un censo de solistas, compañías y circos de Cataluña, así como un estudio para analizar la viabilidad de un circo estable en Barcelona, al estilo del recién creado circo Price de Madrid y de los que ya funcionaban en Orihuela y Albacete.

El consejero de Cultura señaló ayer que los distintos puntos contenidos en el Plan Integral de Apoyo al Circo serán discutidos por la profesión (artistas y empresarios) y las instituciones implicadas (municipios y Generalitat) antes de su formulación definitiva. Tresserras presentó el documento como un instrumento de trabajo eficaz para empezar a atajar los problemas del sector de una forma más inmediata de lo que permitiría la elaboración de una ley del circo. Sin embargo, no renunció a promover su tramitación, salvo que las medidas ahora iniciadas "la hagan innecesaria". En cualquier caso, reconoció que la disparidad de normativas municipales puede complicar la aplicación de los contenidos del plan.

El portavoz de la APCC valoró como "histórica" la postura de la Generalitat respecto al circo. "Por primera vez oímos a un consejero de Cultura reconocer que el circo es una arte escénica y que tiene unos problemas que debe resolverse".