El Empordà registra un terremoto de baja intensidad

Temblores, camas movidas, ruido de explosión, objetos tambaleantes. Éstas fueron algunas de las sensaciones de los vecinos afectados por el terremoto de baja intensidad que se registró en la madrugada del jueves con epicentro en Torroella de Montgrí (Baix Empordà), según datos del Instituto Geológico de Cataluña y del Instituto Geográfico Nacional.

El seísmo, de 3,5 grados en la escala abierta de Richter, comenzó a las 1.32 horas, duró unos siete segundos y no causó heridos ni daños materiales, aunque se pudo notar en diversas poblaciones ampurdanesas como La Bisbal, Pals, L'Escala, Palamós, Ullastret, Palafrugell, Begur e incluso en la capital, Girona. Torroella de Montgrí fue la localidad más sensible al temblor. Se da la circunstancia que, en febrero, el Ayuntamiento aprobó la homologación del plan Sismicat, incluido en el plan de protección civil municipal.

La alarma hizo que algunos vecinos salieran a la calle para cambiar impresiones y, según informaron Bomberos de la Generalitat, el teléfono de emergencias 112 registró numerosas llamadas que informaban del temblor, pero todo se quedó en un susto. Los pequeños terremotos no son infrecuentes en esta zona pero el de la madrugada del jueves tuvo una intensidad superior al resto.

Desde el Instituto Geológico, el responsable de Sismología, Xavier Goula, consideró ayer que "ya se ha liberado la energía" y que no es probable que se repita un temblor similar. También descarta que haya ahora más actividad sísmica que antes y asegura que Europa vive "una etapa tranquila" respecto a los terremotos.