Injusticia en las subvenciones agrícolas

Quisiera hacer pública con esta carta la injusticia que se puede producir en la aplicación de la Reforma de la PAC (Política Agraria Comunitaria) en determinadas situaciones, siempre en detrimento de los pequeños propietarios de tierras y que la Administración parece ignorar.

En el caso de mi familia sucede que la Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha ha concedido los derechos de ayuda a partir del 2006 por la mitad de nuestras parcelas agrarias a quien no trabaja estas tierras desde septiembre de 2002, mientras el actual arrendatario (desde el 1 de septiembre de 2002), que es quien efectivamente cultiva actualmente y de forma legal nuestras parcelas y, por lo tanto, quien lógicamente debería recibir la ayuda por trabajarlas, ha quedado excluido de la adjudicación de dichas ayudas.

En efecto, el arrendatario de nuestras tierras de cultivo en varias localidades de la provincia de Toledo cesó como tal el 31 de agosto de 2002 y, sin embargo, en la presente campaña cobrará derechos correspondientes a nuestras fincas porque se ha negado reiterada y airadamente a ceder los mismos a nuestra familia. Con su negativa desatiende lo previsto por la Administración española en los casos de situación injusta, que consiste en que quien haya recibido derechos que ya no le correspondan los ceda al propietario para que éste los pase al nuevo arrendatario.

A pesar de habernos dirigido en diversas ocasiones y a distintos cargos de la Delegación y la Consejería de Agricultura de la Comunidad de Castilla-La Mancha, solicitando que se revisaran los procesos y los criterios de adjudicación, la respuesta de nuestra administración autonómica ha sido, de momento, el silencio más absoluto.