El Tribunal Superior multará al alcalde de Tarragona si no se derriba el restaurante Fortí de la Reina
El derribo del emblemático restaurante Fortí de la Reina es inminente. Así lo establece un auto dictado por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), que le ha enviado el siguiente ultimátum al Consistorio: si en 30 días el Ayuntamiento de Tarragona no ha comenzado el derribo de este local, construido en 1989 en una zona verde, el tribunal multará al alcalde, Joan Miquel Nadal (CiU), con 1.500 euros.
El periplo judicial que el Fortí de la Reina, ubicado ante el mar y con magníficas vistas sobre la ciudad, vive desde su apertura escribió ayer su penúltimo capítulo. El Ayuntamiento ha admitido que no le quedan vías para salvar al restaurante del derribo.
El auto, que admite todavía un recurso que el Consistorio ha anunciado que está preparando, fija por primera vez un plazo para el cumplimiento de una sentencia que, de hecho, los tribunales dictaron en 1996, cuando el propio TSJC ordenó el derribo del restaurante. Desde entonces hasta ahora el Ayuntamiento, que cuenta con la unanimidad de todos los grupos políticos para salvar el restaurante, ha tratado de regularizar su situación sin éxito y ha acudido también a los tribunales, hasta el Tribunal Constitucional, sin lograr nada.
El Fortí de la Reina se alza sobre las ruinas de un fortín desde donde los partidarios del Archiduque de Austria defendieron la ciudad durante la Guerra de Secesión (1702-1714) de los ataques de Felipe V. En 1989 el restaurante obtuvo la licencia de actividad y de obras,. y una particular, Rosa Elías, acudió a los tribunales en una demanda en la que exigía el cierre del local por ocupar una zona verde.
Así lo entendió el TSJC en 1996, pero aquella sentencia no se ha cumplido todavía. El auto, emitido anteayer por el TSJC, fuerza al Ayuntamiento a derribarlo definitivamente, si no quiere afrontar una multa para el alcalde que sería de 1.500 euros dentro de 30 días y de 1.500 más cada 20 días hasta el final del derribo.
Entre las paredes del restaurante se alzan aún algunos muros originales del antiguo fortín, con lo que la ejecución del derribo, que debe mantener estos elementos históricos, requiere de un estudio previo para evitar daños irreparables. Al margen del consenso político para salvar el restaurante, existe también un amplio apoyo vecinal. En 2001, una plataforma de vecinos logró la firma de 193 entidades tarraconenses y de un total de 15.500 particulares para evitar el derribo. No en vano el Fortí de la Reina es uno de los más cotizados restaurantes del Camp de Tarragona en lo que a bodas y banquetes se refiere.
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