La Rambla restringe el tráfico de subida con un sistema de cámaras fotográficas
Sólo transporte público, vehículos autorizados y bicicletas tendrán libre acceso todo el día
Vehículos autorizados, usuarios de los aparcamientos, transporte público y bicicletas serán los únicos que podrán transitar libremente a todas las horas del día en sentido ascendente por La Rambla de Barcelona. Las restricciones de tráfico en determinadas franjas horarias empezaron a aplicarse ayer con un sistema de cámaras fotográficas que registran las matrículas de los vehículos. Los que no estén autorizados o no entren en los aparcamientos que hay en sentido ascendente serán sancionados aunque, de momento, habrá un periodo de gracia de dos semanas.
Las restricciones se aplicarán también a las motocicletas que no estén autorizadas. Aunque el término autorizado es algo relativo en este caso: además de los residentes, lo podrán estar los vehículos de los comerciantes del paseo y las matrículas que faciliten los hoteleros. Todos los autorizados estarán en una llamada lista blanca que se controlará desde el centro de control de Tráfico.
La Rambla en sentido ascendente soporta un tráfico diario de entre 8.000 y 10.000 vehículos y con la limitación se persigue rebajar en unos 2.000 esa cifra. Se trata de una medida que pretende la pacificación del tráfico del paseo más visitado de la ciudad. Las restricciones de tráfico se realizarán de lunes a sábado de 11.00 a 15.00 y de 17.00 a 20.30 horas. Los domingos y festivos no se podrá circular entre las nueve de la mañana y las nueve de la noche. La carga y descarga se deberá hacer en las franjas horarias que quedan fuera de esas restricciones. En consecuencia, el reparto que se haga dentro de la limitación horaria será sancionado, según explicó ayer el renponsable de Circulación del consistorio, Ángel López.
El sistema no es el habitual de pilones, como en el acceso al Barri Gòtic, porque en este caso no sería práctico ya que hay varias líneas de autobuses, autocares que van a los hoteles y taxis. Lo que se ha puesto en marcha -con cierto retraso motivado por los ajustes del sistema-es un control mediante cámaras fotográficas situadas en siete puntos del paseo: al inicio, en las entradas y salidas de los aparcamientos y en la salida de la Rambla. Son siete controles con un total de 16 cámaras. Si un vehículo ha utilizado la Rambla como vía de paso aparecerá en los registros de los siete controles y, en consecuencia, será sancionado con una multa de 90 euros. Las cámaras instaladas en las entradas y salidas de los aparcamientos servirán para cotejar las matrículas y, por tanto, los usuarios no serán sancionados.
Los indicadores de las restricciones están situados al inicio de la Rambla con paneles luminosos y hay otras señales que advierten de las limitaciones horarias en el paseo de Colom-antes de llegar a la confluencia con la Rambla- y en la dirección opuesta en el paseo de Josep Carner a la altura del edificio de la Aduana. Preguntado sobre si los indicadores no serán advertidos por el conductor que se adentre por la Rambla, López afirmó que se podrían colocar paneles mayores. El que ayer entró en funcionamiento -no sin ciertos problemas técnicos iniciales- es de tamaño similar al que indica el estado de los aparcamientos.
Además de la regulación de paso, la Rambla en sentido ascendente será zona 30, lo que obliga a los vehículos de motor a no superar esa velocidad.
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