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Txabarri retira 'in extremis' el Impuesto de Sociedades para evitar su derrota

La Diputación guipuzcoana descarta la armonización y sugiere aprobarlo por decreto

Mikel Ormazabal

El Impuesto de Sociedades quedará desencajado en los tres territorios de Euskadi, tras la decisión adoptada ayer por la Diputación de Guipúzcoa de retirar "en el último minuto" el proyecto de norma foral, antes de que fuera derrotado en las Juntas Generales. El desacuerdo entre PNV y EA, socios en el gobierno foral, desencadenó esta drástica medida, que en la práctica supone mantener en Guipúzcoa un tipo -el 32,6% actual- diferente al de Álava y Vizcaya, que lo rebajarán al 28%. Joxe Joan González de Txabarri afirmó que intentará aprobar el impuesto por decreto.

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La accidentada gestación de la reforma del Impuesto de Sociedades en Euskadi tuvo ayer su estrambote con la decisión de la Diputación guipuzcoana de retirar el proyecto de las Juntas Generales. Fue a última hora de la mañana, en un consejo de carácter extraordinario de la Diputación y adoptado con el apoyo de los siete diputados del PNV y el rechazo de tres de los cuatro EA (uno de ellos se ausentó). Faltaban apenas tres horas para que las Juntas Generales discutieran en comisión las enmiendas parciales y quedara en minoría la postura del PNV sobre el tipo del impuesto.

Por la tarde, Txabarri explicó que la retirada del proyecto se produjo tras fracasar las "ingentes y sostenidas" negociaciones entre el PNV y EA, que "encallaron" en el tipo del 28%. Este porcentaje ha supuesto "un muro infranqueable", dijo.

El diputado general explicó que seguir adelante con la tramitación del proyecto de norma foral en las Juntas hubiera supuesto "desconcertar el impuesto" y obligaría a activar la ley de Armonización y Coordinación Fiscal "en detrimento de la autonomía foral y fiscal de las Juntas reconocida por ley". Fue el propio Txabarri quien, en medio de la polémica suscitada con este asunto, amenazó a sus socios con la aplicación de las facultades que una ley de 1989 nunca utilizada concede al Parlamento vasco para armonizar los impuestos en los tres territorios. Esta vía nunca ha agradado al PNV, poco partidario de sacar las decisiones fiscales del ámbito foral. Por ello, se ha decantado en Guipúzcoa por dar un paso atrás y tragarse el desplante de su socio de gobierno. Txabarri descartó, a preguntas de este periódico, que la postura de EA vaya a tener consecuencias sobre su permanencia en el gobierno foral, cuyo mandato está a punto de concluir.

La Diputación guipuzcoana ha pretendido evitar, según Txabarri, la "desautorización de la posición del Gobierno manifestada por el lehendakari", partidario de fijar un tipo común del 28%. Un gravamen diferente en Guipúzcoa hubiera acarreado un "efecto dominó institucional", añadió sin más precisiones.

Decreto foral norma

Txabarri planteó que le quedan aún 90 días de mandato para resolver esta situación. La disolución de las Juntas Generales, la próxima semana, impide presentar un nuevo proyecto normativo, por lo que a la Diputación sólo le quedaría la fórmula de aprobar el Impuesto de Sociedades mediante un decreto foral norma. Éste debería ser aprobado por la Comisión Permanente de las Juntas Generales disueltas y ratificado por el pleno, ya en la siguiente legislatura. Sin embargo, en ese primer ógano el PNV sigue sin tener al mayoría suficiente si EA mantiene su postura de no aceptar una reducción del tipo aplicable a las grandes empresas por debajo del 30%. La reforma que se plantea se aplicaría con efectos retroactivos al 1 de enero a los beneficios que obtengan las empresas en 2006, aunque su liquidación no se producirá hasta julio de 2008.

El presidente de EA en Guipúzcoa, Iñaki Galdos, no compartió la decisión de retirar el proyecto de norma y reiteró que el acuerdo con el PNV no ha sido posible por "agentes políticos externos" al territorio guipuzcoano. Txabarri abundó en esta idea al atribuir a "injerencias" el fracaso de las negociaciones.

La incertidumbre sobre el futuro del impuesto afecta en Guipúzcoa a 16.000 empresas. El diputado general quiso aclarar que en la actualidad el "tipo efectivo" al que tributan éstas por sus beneficios se sitúa en el 16,7%, en el 2,7% para las cooperativas y en el 20,1% para las pymes. Txabarri reconoció que la polvareda que ha levantado esta reforma "es más política que un debate sobre los tipos".

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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