Paquetes de chicles y bolsas de patatas para uso ministerial
El ex ministro de Trabajo Eduardo Zaplana intentó explicar ayer a través de una nota las decenas de facturas de comercios próximos al ministerio y a su domicilio donde se compraron diversos artículos de alimentación, entre ellos numerosos paquetes de chicles, yogures, pan de seis cereales, helados y bolsas de patatas fritas. "Jamás fueron para mi consumo personal ni para mi vivienda particular. Los gastos se deben a compras realizadas por el personal del ministerio, para consumo del propio ministerio, como es habitual en todos los ministerios. O a la celebración en el ministerio de cenas y comidas oficiales de Trabajo".
Entre las compras que figuran en el expediente de los gastos de protocolo del ministro se encuentran artículos que difícilmente pueden componer el consumo habitual para cenas y comidas oficiales de Trabajo. Pese a que Zaplana indica que tal vía de adquisición de alimentos estaba destinada al consumo del ministerio en general o las comidas oficiales, hay dos hechos poco frecuentes en este tipo de gastos.
Las comidas oficiales o de trabajo del ministro y de su equipo suelen cubrirse mediante la contratación de servicios de catering, cuyo monto superó los 22.000 euros durante su mandato. Y, el ministerio, como tal, realizaba sus compras de alimentos para el comedor general a través de una central para planificar y obtener reducción en los costes, y por importes y periodicidad muy superiores a los exhibidos en las facturas objeto de polémica.
Decenas de tiques
Por tanto, tales compras de alimentos soportadas por decenas de tiques -con importes que a veces no llegan a 10 euros- que suman más de 5.000 euros durante el mandato, se inscriben "en la adquisición de productos para la confección de comidas que se realizaron para el señor Zaplana en el pabellón del ministro", según consta en documentos oficiales del Ministerio de Trabajo. Estos tiques fueron abonados con cargo a los ingresos de la cafetería-comedor del departamento, según documentos oficiales.
Este diario ha comprobado que algunas de tales compras para el pabellón del ministro fueron adquiridas por personal sin vinculación directa con el ministerio, como M. A. V., empleada de la limpieza en una empresa contratada por Trabajo.
Igualmente, parte de dichas compras fueron realizadas con unas tarjetas de cliente cuya relación oficial con el Ministerio de Trabajo se desconoce.
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