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MOTOS | Yamaha XV

Gigantismo oriental

Es la respuesta de Yamaha a las míticas 'cruiser' norteamericanas y pesa 344 kilos

LA MIDNIGHT Star es la réplica japonesa a las grandes motos de estilo americano, las custom cruiser que han cimentado el mito de Harley Davidson. Yamaha ha afrontado el desafío vistiendo su Estrella de Medianoche con una carrocería de aspecto musculoso e incontables cromados, que la convierten en una auténtica escultura rodante. El despilfarro de acero, aluminio y cromo cuesta 14.999 euros, pero el precio no es desorbitado para tan impresionante masa con ruedas.

La estética sigue las tendencias clásicas, con las aletas prolongadas hacia atrás, un gran depósito de gasolina adornado con unas llamativas bandas metálicas y el faro, el piloto y los intermitentes cromados. La calidad de acabados es exquisita y destaca el enorme panel de instrumentos situado sobre el depósito, al estilo norteamericano, que ofrece todo tipo de información. Sobresale el gran velocímetro de formas cuadradas y cuenta con dos pequeñas esferas para el nivel de combustible y el cuentarrevoluciones. Como concesión a la modernidad, incorpora un rectángulo de cristal líquido con un reloj digital y cuentakilómetros parcial y total.

MEGACILINDROS

Con 100 milímetros de diámetro y otros 118 de carrera en cada cilindro, el motor de la Midnight Star es un gigantesco bicilíndrico en V de 1.854cc, más propio de un coche que de una moto. Está refrigerado por aire, rinde 90 CV a tan sólo 4.750 vueltas y transmite sus 15,8 kgm de par o fuerza de empuje a sólo 2.500 vueltas. El cambio de cinco marchas incluye un embrague bañado de aceite y transmisión por correa dentada.El bastidor es otra novedad en este tipo de moto. Se trata de un doble cuna, pero está fabricado íntegramente en aluminio e incluye un basculante del mismo material. La suspensión está formada por una horquilla convencional delante y un monoamortiguador progresivo atrás. Y los frenos son de disco; los dos delanteros, de 298 milímetros, y el trasero, de 320 milímetros, un tamaño espectacular que recuerda a una paellera.

GRANDE Y FÁCIL DE LLEVAR

Lo primero que llama la atención en la Midnight Star es el tamaño, que supera lo esperado en todas las direcciones. Es muy larga por delante y detrás, y también bastante ancha, pero al menos tiene una altura comedida y se llega bien al suelo. Gracias a su generoso manillar se mueve sin gran esfuerzo, al menos si no se intenta hacerlo en cuesta arriba, por suave que sea. Y aunque exige acostumbrarse a su tamaño y peso, después se conduce con facilidad y tiene un comportamiento más que aceptable. En curvas amplias mantiene las trayectorias con aplomo y precisión, y sólo la escasa altura libre al suelo hace que los estribos rocen antes de lo deseable. Además tiene unos frenos que paran con firmeza este dinosuario de la carretera.El motor es tan silencioso que apenas se oye al ralentí y responde desde 1.000 revoluciones sin el menor titubeo. Pero donde mejor rinde es entre 2.000 y 3.000 vueltas, y transmite todo su empuje al asfalto con gran suavidad.Al igual que sucede con otras motos del mismo tipo, lo mejor de la Midnight es que permite viajar tranquilamente a punta de gas sin superar los límites de velocidad disfrutando un confort infinito. Pero eso no significa que sea una moto lenta: basta girar a fondo el puño para que acelere con contundencia, y en un circuito apropiado puede rozar los 200 km/h.

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