Gracias y adiós en el último debate

Era el último pleno de la Asamblea regional antes de las elecciones municipales y autonómicas del 27 de mayo. Era el momento para hacer balance de legislatura. Pero la presidenta regional, Esperanza Aguirre, negó ayer a la oposición la última oportunidad para ejercer el control del Gobierno antes de los comicios. Y lo hizo cambiando el tercio de las preguntas de los portavoces de los grupos parlamentarios. Donde ellos reclamaron una valoración de la presidenta sobre su gestión, ella contestó con palabras de agradecimiento a su labor en la oposición.

Cuando los portavoces de IU, Fernando Marín, y del PSOE, Rafael Simancas, trataron de encaminar su interpelación hacia el debate, Aguirre, simplemente, renunció a responderles.

No hubo, pues, lugar para el debate. El portavoz de IU, Fernando Marín, abrió el turno de preguntas y trató de obtener de Esperanza Aguirre una valoración de la gestión de su Gobierno en los servicios públicos. "Éste es el último debate en el que va a estar usted siendo parlamentario", le replicó la presidenta, aludiendo a que Marín no estará en la lista electoral de IU, aunque permanecerá como coordinador regional de su formación. "Me complace felicitarle por la lealtad, la coherencia y la convicción con la que ha representado usted a los votantes de IU", continuó Aguirre. No es la primera vez que la presidenta regional contesta en la Cámara a cosas que nadie le pregunta, para evitar responder a aquello que le plantea la oposición. Tras las buenas palabras, Aguirre sacó la artillería. La presidenta repartió consejos llenos de ironía a los portavoces de la oposición. Y les deseó lo mejor, como si diera por hecho su victoria electoral.

Simancas no se arrugó. "Yo también le deseo lo mejor", replicó. "Que pase los próximos cuatro años en la oposición". Y recordó a la presidenta que, pese a su intención de dejar el debate en un intercambio de buenas palabras, estaban en un "pleno de trabajo".

La tesis que defendió el portavoz socialista es que el Gobierno de Esperanza Aguirre ha sido "esperanza de unos pocos y un peligro para la mayoría". Para argumentarlo, le ofreció 10 ejemplos de promesas incumplidas.