Nevadas y vías públicas

Una vez más -y las que seguirán-, la N-I, especialmente a su paso por Burgos, con los camiones tirados en las carreteras a causa de la nieve. Y mientras, la vía férrea que debería ser el paso natural de comunicación de viajeros y mercancías con el norte a través de Aranda de Duero y Burgos, prácticamente abandonada por Renfe y los gobiernos central y autónomo. Y la respuesta, una vez más, que ya está muy avanzada la vía del AVE a través de Valladolid, que además de dar un rodeo innecesario, nunca solucionará el problema en casos como éste, pues las nevadas se acentúan mucho más en este tramo que por Valladolid, con lo cual el problema persistirá al no haber dado ninguna alternativa al enlace directo Madrid-Burgos, como pide el sentido común a cualquiera que tenga un mapa delante. A cualquiera menos a los expertos del Ministerio de Transportes que se vienen sucediendo con los gobiernos de todos los colores desde hace 30 años. El enlace directo rápido hubiera servido para desatascar la N-I de camiones de mercancías, autobuses de viajeros y sobre todo particulares que seguirán usando el coche para ir de Madrid a Aranda o Burgos. Eso sí, no faltarán los discursos sobre el cambio climático mientras la autovía del norte se satura de vehículos al no haber otra alternativa directa de comunicación, el tren, mucho más cómodo que el automóvil y menos contaminante.