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"Señoría, ¿acaso cree que la sangre era para jugar a los vampiros?"

Rubalcaba defiende a la Guardia Civil tras acusar el PP al Gobierno de promover "la chapuza" de la Operación Puerto

La Guardia Civil ha hecho un "excelente trabajo" y el Gobierno estudia premiarla con una medalla. Así respondió ayer en el Congreso el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, cuando el PP exigió la depuración de "responsabilidades políticas" tras el archivo judicial de la Operación Puerto, la investigación de la mayor trama mundial de dopaje en el ciclismo. "Fue una chapuza que ha dejado a 54 ciclistas en paro", criticó el popular Francisco González.

La Operación Puerto no está cerrada aún. Falta que la Audiencia de Madrid la analice y decida si confirma el archivo o reabre el caso.

La causa por la Operación Puerto, destapada hace un año por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y que afecta a medio centenar de ciclistas de 11 países, fue archivada por el juez Antonio Serrano hace dos semanas. Y ayer llegó al Congreso de la mano del PP, indignado con la actuación del instituto armado. "Se han tomado decisiones que no estaban tuteladas por los jueces, decisiones políticas que han tenido consecuencias: hoy España está en cuestión en el extranjero, se ha ridiculizado", afirmó el diputado popular Francisco González tras preguntar a Rubalcaba si pensaba asumir algún tipo de responsabilidad.

"Fue una chapuza y la consecuencia es que los posibles responsables están en la calle, se han quedado 54 ciclistas en paro, han desaparecido dos equipos y, además, veremos las indemnizaciones que vamos a tener que pagar todos los españoles por su incapacidad y su torpeza", prosiguió González. Y explicó en qué consistía a su juicio la supuesta chapuza: "El 23 de mayo, 217 bolsas de sangre [supuestamente adulterada para mejorar el rendimiento de los ciclistas] fueron incautadas; después fueron 203, según la Guardia Civil; el 27 de junio, 224 bolsas, y el 17 de octubre, 211. Y no se registraron los domicilios de los mayores imputados".

El ministro del Interior respondió que, para empezar, "la causa no está archivada porque hay un recurso del fiscal y otro del abogado del Estado". Y que, para continuar, la "obligación" del Gobierno "era y es proteger la salud de los deportistas". "Usted sabe que hay redes de dopaje que mueven mucho dinero -20.000 millones de dólares en el año 2004-, y es lo que se ha hecho: proteger a los deportistas", insistió. Después se refirió al trajín de bolsas de sangre del que había hablado el diputado del PP. "Precisamente, señoría, usted lo ha dicho. ¿Para qué cree que había un arcón frigorífico en casa de uno de los implicados con cientos de bolsas de sangre y de plasma? ¿Para qué cree que era, para jugar a los vampiros? Porque no eran yogures caducados, señoría, era plasma, luego la Guardia Civil estaba exactamente detrás de una red de dopaje".

El problema es que el dopaje no estaba tipificado como delito en mayo de 2006, cuando los responsables de la trama -a la cabeza, el médico Eufemiano Fuentes- fueron detenidos. Y eso es lo que alega el juez para archivar el caso y concluir que las únicas sanciones posibles serán administrativas, no penales.

Pero Rubalcaba recordó que en este tiempo el Parlamento "ha cambiado las leyes, entre otras cosas para tipificar penalmente este tipo de delitos, los de aquellos que proporcionan droga a los deportistas, que les engañan, que se las prescriben". "Ésos, los de las redes que hacen dinero con la salud de nuestros deportistas. En eso estamos y en eso debería estar usted también y no en reclamar responsabilidades para no sé quién", protestó el ministro.

Antes de dejar el micrófono, se paró un momento, se giró hacia la bancada del PP y anunció: "Mire, no se me había ocurrido, pero oyéndole hablar a usted de las bolsas de sangre me he dado cuenta de que la Guardia Civil ha hecho un excelente trabajo. Tan es así, que estoy pensando en pedir 'responsabilidades' y dar la correspondiente medalla a quienes han hecho la operación".

Rubalcaba, en el Congreso.
Rubalcaba, en el Congreso.MANUEL ESCALERA

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