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Delphi solicita en el juzgado la suspensión de pagos por "deterioro patrimonial"

La empresa matriz aportará fondos para pagar las indemnizaciones a 1.600 trabajadores

La empresa Delphi Automotive System España, SL, con sede en Puerto Real (Cádiz), presentó ayer en los juzgados de lo mercantil de Cádiz la solicitud para ser declarada insolvente, acogiéndose a la fórmula del concurso de acreedores o suspensión de pagos. La compañía justificó su petición por "el continuado deterioro de su situación patrimonial". En concreto, cifra las pérdidas acumuladas en los últimos cinco años en 150 millones de euros. La matriz estadounidense, por su parte, ha comprometido ya fondos para indemnizar a los 1.600 trabajadores de la plantilla.

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El cierre de la planta gaditana, según recuerda la empresa fabricante de componentes del automóvil, responde al plan de transformación de la compañía que prevé desprenderse de las líneas de producto no esenciales, como las de direcciones, suspensiones y rodamientos, que se fabrican en Puerto Real.

Esta planta no se ha incluido dentro del paquete de venta del negocio de direcciones que negocia Delphi "debido a los más de 150 millones de euros en pérdidas acumulados en los últimos cinco años y a la incapacidad de asegurar nuevos negocios como resultado de los altos costes operacionales". El juzgado de lo mercantil deberá ahora nombrar una administración concursal que elabore un informe sobre la situación de la empresa, y en la que se incluirán una lista de acreedores y un inventario de los bienes de Delphi. Si finalmente el juzgado acepta la declaración de insolvencia, la empresa deberá acordar un convenio con sus acreedores para su liquidación.

La compañía ha obtenido ya el compromiso de la matriz estadounidense de proporcionar fondos adicionales a la factoría para "abonar las indemnizaciones a las que los trabajadores de la planta de Puerto Real tienen legalmente derecho".

Sin embargo, la plantilla no está dispuesta a negociar compensaciones económicas. Insisten en que su objetivo es el mantenimiento de la actividad industrial. "La empresa habla de cierre y de liquidación, pero nosotros nos negamos a eso", mantiene Pedro Lloret, representante del comité de empresa.

Los trabajadores recibieron ayer el anuncio de la compañía como "una nueva provocación de Delphi", aunque sin sorpresa: "Sabíamos que éste sería el siguiente paso y ya estábamos preparados". De hecho, Lloret señaló que, pese a la iniciativa tomada por la empresa, los trabajadores seguirán hoy con sus turnos en la factoría, "al menos, hasta que se acabe la materia prima".

Ayer, durante casi media hora, alrededor de mil trabajadores de la empresa ralentizaron el tráfico en la N-443 con su reparto de folletos informativos a los conductores.

Por su parte, el ministro de Industria, Joan Clos, auguró ayer un duro proceso de negociación con la dirección de Delphi, aunque expresó su confianza en que cumpla con la legislación española, informa Efe. Clos lamentó "unos comportamientos que no son propios de la conducta habitual en Europa a la hora de plantear un problema de competitividad". El ministerio está trabajando con la Consejería andaluza de Innovación para encontrar "una solución industrial" que minimice el impacto económico en la bahía de Cádiz.

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