La campeona de Cicerón
La estudiante castellonense Marina Cervelló llega a la final mundial de traducción de latín tras ganar en España
No ha dicho nada a sus compañeros de clase. Pero es la campeona de España en la difícil y peculiar competición de traducción de latín para estudiantes de Bachillerato. Marina Cervelló ya se está preparando para disputar la fase final mundial, que tendrá lugar en la cuna del latín, Italia. Y la castellonense de 17 años tiene muchas posibilidades, a juzgar por su dominio del idioma, su disciplina y su espíritu de superación. Lo dice su preparadora, la profesora del IES Matilde Salvador de Castellón, Mariló Limo.
"Estoy muy contenta", comenta Marina con voz tímida, que contrasta con la canción de Amaral que se superpone a los tonos de su móvil. Es parca en palabras. Lo ha dejado claro desde el principio cuando ha respondido con un inmediato sí a un comentario sobre su carácter reservado.
Cuando habla de su afición a escalar por peñas y montañas y sobre todo a la arqueología parece más desinhibida. De hecho, quiere estudiar la carrera de Historia Antigua, a pesar de sus dotes para el latín. "Desde pequeña, siempre me ha gustado la arqueología. De niña, ya salía con mi padre a por fósiles", recuerda.
El latín le gusta, sí, pero fundamentalmente porque le permite comprobar y aprender cómo hablaba y escribía una antigua civilización. Da la sensación de que Marina tiene claro lo que quiere.
"En realidad, destaca en todas las asignaturas. Pero no es la típica empollona de la caricatura, ni mucho menos. Lleva un piercing, se cambia el color del cabello... Eso sí, es una persona reservada y una excelente estudiante", apunta su profesora Mariló.
Fue ella quien incitó a Marina y a otros compañeros a presentarse a la prueba consistente en la traducción y comentario de texto de un fragmento de la ingente obra de Cicerón. En concreto, De divinitione. De esta manera, la profesora estimula el interés de los alumnos por el latín. "Es un aliciente más de la clase", señala Mariló. Suyo es también parte del mérito del éxito de Marina, pues supervisó durante meses sus estudios extra para optar a la prueba Certamen Ciceronianum 2007.
La estudiante tampoco era una novata. Ya había participado en otros certámenes y obtenido distinciones de traducción en Sagunto, por ejemplo.
Ahora se enfrentará a más de 500 alumnos de todo el mundo en la localidad italiana de Arpino, la ciudad natal del gran escritor y orador Cicerone, cuyo nombre ha tomado prestado el castellano para denominar a una persona muy elocuente y, por extensión, al guía muy facundo en sus explicaciones.
No parece que Marina vaya a cambiar de idea sobre su futuro, aunque gane el concurso italiano. "Me gustaría poder viajar y hacer trabajo de campo", señala la estudiante de Segundo de Bachillero.
Son cada vez menos los estudiantes que optan por estudiar la lengua clásica. El latín es optativo y sólo los estudiantes de Humanidades reciben clases. De hecho, hay problemas para sustituir a los profesores de Latín y Griego cuando están de baja. "Han de venir profesores de fuera porque salen pocos profesores de Latín y Griego en la facultad", explica Mariló.
Cada vez se da menos latín en España. Sin embargo, es una estupenda gimnasia mental, además de una fuente de estudio. La profesora de Latín recuerda que en el rotundo Informe Pisa sobre la educación en la OCDE, los países que salían mejor parados, con mayor nivel educativo, cuidan especialmente el estudio del latín. Son los casos de Finlandia o Alemania. En el país escandinavo incluso se publican cómics y páginas webs en latín. Dado que el finés es una lengua de origen no indoeuropeo, el aprendizaje de latín favorece la adquisición de otras lenguas. En el Informe Pisa, España ocupaba el furgón de cola.
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