"Fui vendida por 1.500 dólares como esclava sexual"
La historia de una chica camboyana que se escapó de un prostíbulo de Malasia, en TV-3
"Yo fui secuestrada y vendida como esclava sexual para un prostíbulo de Malasia por poco menos de 1.500 dólares", explica Vaesne, una muchacha camboyana convertida en la protagonista principal de un documental titulado Les papellones del Mekong. El reportaje, que será emitido hoy (22.00 horas) en el espacio 60 minuts de TV-3 y que ha sido dirigido por Pedro Barbadillo y Carles Ayuso, es un alegato contra el tráfico sexual, un negocio que según la ONU mueve más millones que la venta de armas o de drogas.
Vaesne -que en lengua khmer significa 'destino'-, aunque sólo tiene 24 años, cuenta ya con una larga y apasionada biografía que se inició en 2000, cuando fue secuestrada y drogada en la frontera de Tailandia con Camboya para ser conducida a un lupanar de Kuala Lumpur, donde fue obligada a satisfacer sexualmente a los empresarios y hombres de negocios del sudeste asiático. La venta estuvo urdida por una mujer china que se había ganado su confianza y para la que había estado trabajando durante cuatro años como criada en su domicilio de Bangkok.
"Durante varias semanas me negué a ejercer la prostitución, a pesar de que era reiteradamente golpeada por el proxeneta que me vigilaba. Hice una huelga de hambre, me autolesioné y luché con todos los medios a mi alcance. Pero ellos lograron doblegar mi voluntad drogándome con heroína y causándome un síndrome de abstinencia del que sólo podía salir satisfaciendo a los clientes que me traían", asegura Vaesne.
La muchacha, tras seis meses de cautiverio, logró evadirse del hotel-lupanar donde se encontraba recluida gracias a la ayuda de un cliente vietnamita y de otras tres compañeras que le ayudaron a confeccionar una cuerda con las sábanas y por la que se deslizó desde un cuarto piso hasta la calle donde le esperaba un coche. Éste fue el inicio de un azaroso peregrinaje que finalizaría semanas más tarde en el mismo lugar donde había empezado; la frontera de Camboya, donde fue finalmente rescatada por una organización no gubernamental dedicada a luchar contra el tráfico de mujeres en el sudeste asiático.
"Ellos me ayudaron a desintoxicarme, me enseñaron un oficio como cosedora y me reinsertaron de nuevo en la sociedad de mi país, donde vivo y trato de reconstruir mi familia", explica Vaesne, que se encuentra de paso en Barcelona, donde ayer presentó el documental Les papellones del Mekong.
Vaesne está empeñada en acabar de reconstruir su vida. Por ahora ha reencontrado a su madre, sus hermanos y su padre, y tiene incluso un trabajo medianamente bien remunerado en una organización no gubernamental de la capital camboyana dedicada al cuidado de los niños. Pero esta muchacha ambiciona mucho más. En primer lugar, abrir una tienda de confección en Phnom Penh para ayudar a su familia y en segundo lugar llevar ante los tribunales internacionales de justicia a los responsables de su secuestro y que le obligaron a prostituirse.
"El caso de Vaesne no es un hecho aislado. Millares de mujeres son vendidas en el mercado del sexo en el sudeste asiático para satisfacer a los clientes de la zona, preferentemente chinos", asegura el antropólogo francés Pierre Le Roux, que desde hace 20 años vive en Camboya y que ha acompañado durante 24 meses a la muchacha en la filmación de esta película. El documental, en su opinión y en la de sus directores, es sobre todo un alegato contra el tráfico sexual, un negocio que mueve millones de dólares y contra el que sólo se puede combatir si la comunidad internacional se pone de acuerdo.
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