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Educación extenderá a otros 4.000 alumnos las ayudas para estudiar en centros concertados

El primer año del pacto educativo se salda con 114 millones de gasto público

Alrededor de 4.000 nuevos alumnos se beneficiarán partir del curso que viene de las ayudas que el Departamento de Educación de la Generalitat da a los centros concertados si acogen estudiantes con necesidades educativas específicas: inmigrantes, estudiantes con discapacidades o trastornos de conducta o de familias con bajos ingresos. De este modo, serán en total más de 12.000 los alumnos beneficiados con esta ayuda y que podrán ir a centros concertados. Así lo anunció ayer el Departamento de Educación en la presentación del primer año de aplicación del Pacto Nacional por la Educación.

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La Generalitat paga a los centros concertados 600 euros por cada alumno de estas características de infantil o primaria que escolarizan y 300 euros por los de secundaria. A cambio, no pueden cobrar a las familias cuotas por la enseñanza. El año pasado estaba previsto que 9.000 de estos alumnos fueran a concertados, pero los retrasos de la Administración en acreditar su situación hicieron que la cifra quedara en 8.000.

En el trasfondo de estas ayudas está el objetivo de equilibrar el porcentaje de alumnos con bajos recursos, y particularmente los inmigrantes, que escolarizan los centros públicos y los concertados, estos últimos sostenidos también con fondos públicos. Hoy, la proporción de alumnos inmigrantes en los centros concertados es muy baja en relación con su cuota escolar.

En Cataluña los concertados superan el 43% de las plazas escolares no universitarias, pero sólo acogen al 17% de inmigrantes. El 83% restante de alumnos son escolarizados en centros públicos, pese a tener sólo el 57% de las plazas.

Para equlibrar la situación, el Pacto Nacional por la Educación prevé avanzar hacia la gratuidad de la enseñanza obligatoria con dos tipos de medidas. La primera la forman las ayudas que el Departamento de Educación da a los centros que acojan a alumnos con necesidades especiales. La segunda se basa en los contratos-programa, que convierten en gratuitos los centros que los firmen, siempre de forma voluntaria. Los contratos- programa hacen que los concertados reciban más ayudas de la Generalitat, pero a cambio no pueden cobrar cuotas por la escolarización.

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Hasta la fecha, han firmado contratos programa siete centros y el consejero Ernest Maragall quiere que se ronden la veintena el curso que viene.

Maragall afirmó ayer que su departamento seguirá con la implantación de la sexta hora de clase en la escuela pública. Hasta el curso pasado sólo los centros concertados daban seis horas diarias de clase en primaria. Los públicos, en cambio, impartían cinco. Desde este curso la implantación de la sexta hora ha supuesto que el 80% de los alumnos la reciban. Los sindicatos han pedido que se posponga la sexta hora hasta que se garanticen las condiciones de trabajo de los maestros.

El consejero de Educación presentó ayer un balance del primer año de aplicación del Pacto Nacional por la Educación. 2006 acabó con un gasto de 113,8 millones de euros en las materias contenidas en el pacto educativo. El texto fue firmado en abril y debido a la premura de tiempo no se gastó el 8% del presupuesto previsto.

Un total de 23 millones de euros se destinaron a ayudas a las familias como aumento de las becas de comedor y acogida matinal de alumnos. A contratos-programa, escolarización de alumnos con necesidades especiales y extensión de la sexta hora se destinaron 24,5 millones. Y para profesorado y mejora de la autonomía de los centros 57,5 millones.

Una clase de primaria en una escuela pública de Barcelona.
Una clase de primaria en una escuela pública de Barcelona.TEJEDERAS

UN DESEQUILIBRIO A CORREGIR

Los centros concertados -que reciben fondos públicos- suman el 43% de las plazas, pero acogen al 17% de inmigrantes. El resto están en centros públicos.

Los concertados que acogen inmigrantes y otros alumnos desfavorecidos reciben 600 euros por curso y alumno de primaria y 300 por los de secundaria.

Los contratos-programa son voluntarios para los concertados. Les dan más fondos públicos a cambio de ser gratuitos.

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