"Estoy dispuesto a ir hasta el final", dice un propietario
"La comunidad de propietarios firmó un documento en el que se especificaba dónde iban a parar tres millones de euros (de los aproximadamente seis millones que cuestan las 31 viviendas de la promoción Las Terrazas del Sur)", asegura uno de los compradores, mientras se toma una caña en un céntrico bar de Madrid. Junto a él, varios vecinos hablan preocupados. El contrato que cita Luis es el único del que no se hizo copia a los propietarios. Éstos lo quieren ahora, pero Estudio5 se lo niega. Dicen que es un documento privado que no puede salir de su oficina, en Pozuelo de Alarcón. ¿Cómo puede ser que no se llevaran copia los firmantes? "Pues no lo sé", dice uno de los vecinos, resignado.
La actitud de la inmobiliaria sólo provoca que la desconfianza crezca entre los compradores. "Las cosas no son como tienen que ser", reflexiona Manuel. Él dice estar dispuesto a ir "hasta el final" porque, poco a poco, sus recelos van a más.
Beatriz es otra de las compradoras. Habla con tremenda sinceridad. "Yo quería un piso y me fui a Valdemoro porque, aunque conocía que había sobreprecio, todavía me salía barato", reconoce. Lo que no sabía es que el dinero extra era el doble del valor del piso. Para consolarse, se pregunta y responde a sí misma: "¿Ahora con qué lo comparo? Pues con el PAU de Vallecas, donde los pisos valen 80 kilos". Y añade: "Un amigo que trabaja en una inmobiliaria me asegura que el sobreprecio siempre existe, pero suele ser de unos pocos millones, ¡no del doble!". En sus palabras se adivina cierta resignación con lo ocurrido, porque ya sabía dónde se metía. "Sé que es triste, pero ahora mismo si me ofrecen una rebaja me lo pensaría", asegura.
Denunciar o negociar
Luis, su futuro vecino, cuenta cómo llegó hasta Valdemoro. "Miré viviendas en Alcorcón y Getafe, pero no me lo podía permitir", relata. Manuel, indignado, jura que se metió en el piso "sin conocimiento de lo que valía realmente".
La duda que tienen todos es qué hacer ahora. Denunciar o negociar parecen las opciones. Tienen claro que es "una vergüenza" que les cobren el doble por su piso. "Si la Comunidad de Madrid nos ayuda, claro que denunciaría", dice uno. "El problema es que luego un juicio nos pueda terminar costando dinero", argumenta otro. Luis reflexiona: "La Comunidad debiera sentirse más estafada que yo. Tendrían que hacernos caso. Están jugando con su voto en las elecciones". Fuentes de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio insisten en que necesitan las denuncias para poder actuar.
"Tampoco pueden decir que el sobreprecio es en concepto de mejoras, porque cuando firmamos los contratos en junio del año pasado, los pisos ya estaban construidos", argumenta Manuel. Junto a él, María y Vanessa, también propietarias, callan la mayor parte del tiempo pero asienten a lo que van relatando sus vecinos. Todos tienen entre 20 y 30 años.
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