50 artistas participarán en la fiesta de primavera del Instituto Francés

Erotismo, libertad, deseo y ligereza. Con estas palabras el director del Instituto Francés de Barcelona (IFB), Pierre Raynaud, presentó esta semana la Primavera Francófona de Barcelona, una fiesta multicultural que incluirá espectáculos teatrales, montajes de vídeo, luz y sonido y un picnic al más puro estilo francés. Franceses, quebequeses, marroquíes, suizos, haitianos, belgas y catalanes fusionarán sus acentos y particularidades para celebrar la llegada de la primavera.

La cita es el día 21 a las 19.40 horas, justo el momento en el que se producirá el cambio de estación.

La sede del IFB será el escenario de un espectáculo vivo que recorrerá sus ocho plantas, desde el subterráneo hasta la buhardilla. La idea es que cada rincón del edificio acoja una propuesta original y sorprendente. Todo el montaje estará supervisado por Manel Pons, un joven artista catalán formado en el teatro ciudadano y de calle. "Hemos invitado a más de 50 artistas de aquí y de Francia para que desplieguen sus creaciones con total libertad", explicó Pons. "Algunas cosas que se verán ya se han llevado alguna vez a los escenarios; otras, han sido imaginadas especialmente para la ocasión".

El multiespectáculo es gratuito y estará abierto a todos los públicos. Justo cuando se ponga el sol en Barcelona, una trompa suiza inaugurará la Primavera Francófona. En ese momento los visitantes, divididos en grupos, iniciarán su recorrido por el aparcamiento del edificio, donde verán una actuación musical realizada a partir de registros de voz, luces, escenografía y danza. "La gente tendrá que ir con una linterna porque todo el edificio estará oscuro. Queremos que lo vayan descubriendo poco a poco", dijo Pons. Planta a planta, el público se topará con bailarines, poetas, charlatanes, acróbatas, monstruos y una representación de una clase de francés surrealista, entre otras cosas.

"Queremos que el espectáculo sea una referencia cultural. Y también un punto de encuentro entre artistas catalanes y franceses", explicó Pons. La fiesta de la primavera finalizará en el jardín que da acceso al edificio. Allí habrá dispuesto un pic-nic en el que se podrán degustar productos típicos de los países del ámbito francófono: pasteles suizos, jarabe de arce de Quebec, té de menta marroquí... Los organizadores lo han llamado Jardín de las Delicias.

"Queremos desligarnos del tópico de la arrogancia francesa. Al contrario, somos una cultura muy abierta", señaló Raynaud. Para demostrarlo, el director del IFB optó una decisión sin precedentes nada más tomar posesión de su cargo hace seis meses: transformar la residencia del director, ubicada en la octava planta, en un centro de creación artística. Bautizado como Ático Artístico, el espacio que ahora se abre a los creadores será un lugar para "cohabitar y encontrar la inspiración necesaria para generar espectáculos singulares", explicó Raynaud.

La idea es que todas las creaciones que nazcan en la nueva residencia se exporten hacia Francia y Europa para así dar proyección internacional a artistas jóvenes pero desconocidos. Además se harán conferencias y lecturas en público. Los primeros inquilinos llegarán en septiembre.