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Entrevista:LUIS DE HARO | Jefe superior de Policía

"La operación Malaya marca un antes y un después"

Javier Martín-Arroyo

El jefe superior de Policía de Andalucía Oriental, Luis de Haro (Almería, 1947) ha supervisado las operaciones Malaya, Ballena Blanca, y la última oleada de arrestos por escándalos urbanísticos en la Costa del Sol y Granada, éstos últimos censurados por el Partido Popular. Desde su despacho con vistas al jardín botánico de Granada, De Haro analiza una etapa intensa y convulsa.

Pregunta. La Policía no ha salido muy bien parada en Málaga tras los escándalos del Centro de Internamiento de Extranjeros y el último episodio de corrupción en Ronda. ¿Cómo lo ha encajado?

Respuesta. Para mí sí ha salido bien parada. La Policía tiene resortes propios e iniciativa para detectar lo que ocurre dentro. Cualquier cosa anómala hemos dado cuenta para que se investigara. No sólo no es malo, sino que si no lo descubrimos, todo seguiría igual. A nivel de implicación, no puedo juzgar de antemano a los colegas.

"En Alhendín alguien se ha tirado al vacío sin paracaídas y se ha pegado un tortazo"
"El juez Torres tiene una inteligencia superior y una memoria de elefante"

P. En Ronda la corrupción alcanzó al inspector jefe enviado para poner orden. ¿Cómo se explica?

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R. No es así. Antes no se sabía que había corrupción. Cambiamos al jefe pero porque pasó a segunda actividad. La prensa ha confundido los problemas de cuestiones personales que hubo anteriormente. Nosotros nos depuramos internamente. Asuntos internos empieza a funcionar cuando se les da un pistoletazo de salida, porque no son adivinos. No van a los sitios a investigar sin una denuncia previa.

P. ¿Cuál es el principal objetivo de la Policía para Andalucía Oriental en 2007?

R. Controlar la delincuencia, a pesar de que es muy difícil porque la población aumenta y los métodos son cada vez más sofisticados. La sociedad aprecia más lo que ocurre a su alrededor que incautar mil kilos de cocaína. Busca que no le roben su vivienda, su coche, o evitar una agresión sexual. Cuando algún delito se dispara nos ponemos las pilas.

P. ¿Cómo marcha la delincuencia en las provincias orientales?

R. El mapa lo copa Málaga con la mitad del total. Granada tendrá un 25% y el resto se lo reparten Almería y Jaén.

P. En la provincia de Málaga los delitos aumentaron un 5% el pasado año. ¿Por qué?

R. Es la única provincia que aumentó, pero hemos dedicado muchos más recursos a la investigación de la delincuencia organizada. Hemos realizado más de 50 operaciones importantísimas con macro detenciones. Hemos bajado claramente los sucesos de crimen organizado. Para el pequeño menudeo haría falta más plantilla.

P. ¿Cuántos agentes necesita en las cuatro provincias?

R. Cuanta más policía más presencia en la calle. El déficit es del 10% respecto a las necesidades, y el objetivo es cubrir todas las vacantes. Cuando llegué en 2004 teníamos 3.000 y ahora somos más de 4.000, pero habría que llegar a los 5.000 agentes.

P. ¿Podría la Policía haber investigado los delitos urbanísticos antes?

R. Sí. De hecho hubo ya investigaciones iniciadas por un fiscal que no llegaron a buen puerto por falta de apoyo. El asunto Malaya es un antes y un después en la forma de atajar estos delitos. Si no hay un equipo compenetrado, sin ningún recelo y con diligencias secretas, no puede funcionar. El juez y la Policía tiene bastantes medios de la Agencia Tributaria, pero cruzar datos es complicadísimo. Deben funcionar como un grupo de amigos con confianza entre sí.

P. ¿Cuál considera que ha sido el papel jugado por la Policía en la Operación Malaya?

R. Un apoyo tan importante sin el cual el juez no hubiera podido examinar tantísimos documentos. La dirección ha sido del juez y el fiscal, pero la Policía ha hecho que todo avance.

P. ¿Cuál es la mayor sorpresa de esta operación?

R. La magnitud de todo esto cuando empezó. Luego ya no, vista la trayectoria de los integrantes del ayuntamiento. El dinero corrompe las voluntades y Roca tenía mucho dinero. Para seguir ganando dinero tenía que invertir dinero, y siempre hay gente que puede prestarse a sobornos.

P. Roca dio 200.000 euros a un informador próximo a la Policía.

R. Todo son supuestos y puede ser o no cierto. Lo que Roca podría escribir no es ley.

P. ¿Le parece que el perfil del juez Torres encaja con el apelativo de superjuez?

R. En España hay muchos superjueces que trabajan de forma anónima, pero en este caso está investigando con honradez y dedicación absoluta. Posee una cabeza privilegiada que no todos la tienen. Una inteligencia superior, un nivel intelectual bastante alto y una memoria de elefante. Para tomar declaraciones maneja tantísima información... como no sepas todas las cosas en juego, no las aprovechas. Él es impresionante. Se acuerda de cosas que los demás no se acuerdan. Posiblemente sea un acierto su nivel intelectual.

P. ¿Le ve final a la operación Malaya?

R. Sí, pero si van saliendo cosas nuevas se crearán piezas separadas y se sigue investigando por otro lado para poder acotar. Beneficia a la justicia no hacer un macroprocedimiento que luego sea imposible de desarrollar durante el juicio.

P. ¿Está satisfecho con la denuncia de la Fiscalía contra la cúpula de la Policía Local de Granada interpuesta por usted y otros tres mandos?

R. Es un tema de largo recorrido. Como somos personas de orden y alguien pretendía demostrar que no lo éramos, pusimos el hecho en conocimiento de la Fiscalía. A nivel particular estoy muy satisfecho.

P. El PP ha denunciado una "doble vara de medir" por parte de la Policía al detener a concejales de Alhaurín el Grande (Málaga) y Alhendín (Granada), en vez de llamarles a declarar.

R. Tenemos una sola vara: la ley. Si nos denuncian algo, lo ponemos en conocimiento del juez. En este caso concreto gente ajena a nosotros denunció, y se nos encomendó la investigación. Se ve que la vara es distinta, porque ahora ya se va a personar [el PP], después de decir que teníamos dos varas. Hemos ido exclusivamente a descubrir los hechos delictivos bajo la dirección de un juez y un fiscal, y no hemos hecho nada que no podamos medir. En este caso alguien se ha puesto nervioso, se ha lanzado al vacío sin paracaídas y se ha pegado un tortazo.

P. Las críticas del PP por las detenciones de Alhendín han sido muy duras.

R. En Alhendín hemos investigado hechos presuntamente delictivos y atacar a la judicatura, a la Fiscalía y a la Policía es un error. Además, cuando no se lleva razón, el tiempo lo va aclarando. Y este caso creo que ha quedado bastante claro. Si los abogados ven que hay que poner una querella por sus declaraciones, pues se pondrá. Y si dicen que no, sencillamente me quedaré como estoy. Hay que tener mucho cuidado en insultar y calumniar al Cuerpo Nacional de Policía, porque es un pilar fuerte del Estado de Derecho.

P. El PP también protestó por la detención del alcalde de Alhaurín el Grande.

R. Si se dispara un tema no es debido a que lo hacemos de forma ostentosa, porque nosotros actuamos como menos daña la imagen, a pesar de que detenemos a alguien que ha cometido un supuesto delito. Del tema de Alhaurín no se enteró nadie, sólo había una chica con él, pero si se arma un escándalo por parte del propio detenido... Procuramos hacer los temas con una pulcritud impresionante. O nos acostumbramos a respetar los temas, o rompemos la baraja.

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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