Mugabe acusa a la oposición de alentar la violencia en Zimbabue

El presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, despreció ayer las críticas que los países occidentales han hecho sobre la política represiva de su Gobierno contra los miembros de la oposición. "Los críticos con nuestras medidas para prevenir y castigar a los responsables de la violencia se pueden ir por ahí", dijo Mugabe. Respondía así a las amenazas de Estados Unidos y Reino Unido de imponer sanciones a Zimbabue.

El presidente zimbabuense responsabilizó al Movimiento para el Cambio Democrático (MCD) del aumento de la violencia y justificó la detención de sus dirigentes. Las imágenes del pasado martes, en las que varios opositores acudían al Tribunal Superior de la capital, Harare, con los rostros hinchados, cojeando y con vendas, provocaron las críticas de la comunidad internacional hacia el Gobierno de Mugabe.

A la salida del Tribunal, el líder de la oposición Morgan Tsvangirai fue ingresado en el hospital de Harare, donde se le diagnosticó una fractura de cráneo. Tsvangirai y sus seguidores fueron detenidos la noche del domingo cuando se dirigían a una manifestación en la capital que había sido prohibida por la policía.

El acto fue convocado por una coalición de iglesias, organizaciones estudiantiles y los partidos de la oposición que luchan por lograr reformas políticas en el país africano. Zimbabue pasa por una crisis económica en la que la inflación alcanza el 1.600% y el desempleo el 80%.

Desde la policía, controlada por Mugabe, se acusa a los miembros del MCD de atacar con cócteles molotov el martes una comisaría en la que resultaron heridos tres agentes. "Es Occidente el que siempre ha apoyado a la oposición en todos los lugares", dijo ayer Mugabe, que gobierna Zimbabue desde su independencia en 1980.

La oposición ha negado las acusaciones y afirma que se trata del intento de Mugabe, de 83 años, de desviar la atención de la brutal represión del pasado domingo.