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Concentración en el sector del tabaco

Una firma nacida de varias fusiones

Creada en 1901 a través de la fusión de varias compañías británicas, la entonces Imperial Tobacco Company funcionó entre 1902 y 1911 de manera conjunta con uno de sus grandes rivales de estos días, la British American Tobacco. En 1973 se convirtió en Imperial Tobacco Company Limited y luego en la actual Imperial Tobacco Group plc. En 1986 fue adquirida por Hanson Trust plc., empezando una etapa de expansión y diversificación. Hanson abandonó la compañía en 1996 y en ese momento Imperial se concentró de nuevo en el negocio del tabaco y empezó una etapa de expansión que aún continúa.

En 1996, Imperial obtenía el 80% de sus ingresos en el Reino Unido. Diez años después, el mercado británico suponía tan sólo el 26% y el resto procede de su presencia internacional: el 19% de los ingresos se generaban en Alemania, el 20% en el resto de Europa occidental y el 35% en el resto del mundo.

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La expansión empezó al comprar la marca de papel de liar Rizla (1997) y continuó el año siguiente con la compra de la holandesa Douwe Egberts Van Nelle, que aportó a Imperial la conocida marca de picadura Drum. La presencia internacional fue creciendo con adquisiciones en Australia y Nueva Zelanda (1999), el grupo belga Baelen (2000) y ese mismo año la alemana EFKA Group. La compra de Tobaccor (2001) permitió la entrada en el mercado marroquí y un acuerdo con Philip Morris para distribuir Marlboro, Raffles y Chesterfield aumentó sustancialmente su cuota de mercado en el Reino Unido.

Imperial Tobacco tiene el 45% del mercado británico, por delante de Gallaher. Posee marcas tan conocidas como Davidoff, John Player Special, Peter Stuyvesant, Regal, Richmond, Super Kinas, West, Drum, Van Nelle y los papeles Rizla. El mes pasado entró en el mercado estadounidense con la compra de Commonwealth Brands, que tiene una cuota del 3,7% del mercado de ese país, por 1.450 millones de euros.

Con un valor de mercado de casi 22.000 millones de euros, cerró el último ejercicio con unos ingresos de 17.095 millones de euros, un beneficio neto de 1.256 millones de euros.

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