Ullrich pide amparo al Constitucional
Paralela a la Operación Puerto y ligada a sus descubrimientos, se desarrolla en Madrid otra carrera judicial protagonizada por el ex ciclista alemán Jan Ullrich. Su objetivo: evitar que lleguen a un juzgado de Bonn, en el que se le ha incoado un proceso penal por supuesta estafa, muestras de las bolsas de sangre halladas en los apartamentos madrileños de Eufemiano Fuentes que presuntamente le corresponden.
La última etapa tuvo lugar en Madrid el jueves día 8 con la meta situada en la sede del Tribunal Constitucional, en el que se recibió un recurso de amparo del ex corredor.
El resultado de la etapa tardará en conocerse por dos razones. La primera, porque aún no ha decidido el alto tribunal si admite el recurso, que se interpone contra el auto de la Audiencia Provincial madrileña del 23 de febrero que desestimaba un anterior recurso de Ullrich contra la autorización expedida por el Juzgado 31 de la plaza de Castilla a la fiscalía de Bonn para hacerse con tales muestras. La segunda, porque, en caso de admitirse el recurso, su resolución tardaría algunos años en llegar. Este supuesto es, en todo caso, el objetivo de Ullrich: si el Constitucional admitiera el recurso, el ex ciclista solicitaría inmediatamente una suspensión cautelar de la autorización de la Audiencia provincial, para que la sangre, que aún no ha llegado al laboratorio de Barcelona, donde se procederá a su extracción, pasaría a dormir el sueño de los justos.
El objetivo de la petición del fiscal de Bonn, autorizada en España en virtud del convenio de cooperación judicial europeo, es cotejar el ADN extraído de las muestras de sus supuestas bolsas con el de un pelo entregado por el ex ciclista al fiscal y establecer si la sangre almacenada en Madrid correspondía al ganador del Tour del 97.
Ullrich anunció su retirada del ciclismo el 26 de febrero leyendo una declaración en un hotel de Hamburgo. Tanto en esa declaración como en todas las efectuadas desde que estalló el caso, que le costó, entre otras cosas, su participación en el último Tour y el despido, Ullrich ha negado en redondo, y pese a las pruebas en su contra, que siquiera conociera a Eufemiano Fuentes y que tuviera algo que ver con la red de dopaje desarticulada por la Guardia Civil. Su última aparición pública, en un programa de la televisión pública alemana, se saldó con continuas negativas a responder a las preguntas comprometedoras. Y tal táctica de enterrar la cabeza y negarlo todo se concilia a la perfección con el intento de agotar todas las vías para evitar que se pueda saber de una vez para siempre si la sangre de las bolsas con el número 1, el relacionado con los apodos Jan, Nibelungo e Hijo de Rudicio, pertenece efectivamente a Ullrich.
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