Berlusconi no acude a un juicio contra él por corrupción
El juicio contra el ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi y el abogado británico David Mills por corrupción en acto judicial se abrió ayer en el Tribunal Penal de Milán. Se trata de una parte del proceso sobre las presuntas irregularidades en la compraventa de derechos televisivos de Mediaset, la cadena de televisión de propiedad de Berlusconi.
El ex primer ministro italiano está acusado de haber pagado 580.000 euros a Mills a cambio de que diera falso testimonio en otros dos juicios en contra de él, en 1997 y 1998, de los que fue absuelto. Según la acusación, Mills creó sociedades ficticias entre 1989 y 1996 para destinar cerca de 1.000 millones de euros a corromper magistrados, a operaciones financieras ilícitas y a la financiación ilegal a partidos.
El juicio, uno entre muchos otros que figuran en el currículo de Berlusconi, tuvo mucho eco en Reino Unido porque el abogado David Mills estaba casado con la ministra de Cultura de Tony Blair, Tessa Jowell, de la que se divorció poco después de que su nombre apareciera en la investigación.
Tanto Berlusconi como Mills podrían ser condenados a 12 años de reclusión si fueran considerados culpables por el tribunal. Ambos rechazaron las acusaciones y ninguno de los dos se presentó ayer a la audiencia, que se celebró a puerta cerrada.
Para los acusadores, este juicio es una carrera contra el tiempo. Todo ello responde a una ley que el mismo Berlusconi aplicó antes de que terminara su mandato y que impone un límite de 10 años para juzgar a una persona por cualquier delito. Los hechos en cuestión ocurrieron en 1998.
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