_
_
_
_

La Generalitat toma el control de la futura urbanización del recinto de Can Ricart

El Ayuntamiento se declara "satisfecho" con la declaración de Bien Cultural de Interés Nacional

La Generalitat anunció ayer que ha iniciado los trámites para declarar el recinto fabril de Can Ricart como Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN). A partir de ahora, cualquier intervención en la zona protegida deberá contar con el acuerdo de la Comisión de Patrimonio Cultural de la Generalitat. El área protegida no incluye una torre de oficinas en construcción en un solar vecino al recinto ahora protegido. Es algo que reclamaban los vecinos de Poblenou, satisfechos sin embargo con la declaración, al igual que el Ayuntamiento de Barcelona, que consideró la medida "muy positiva".

Más información
Los artistas piden el espacio de la Casa de las Lenguas

Can Ricart podría ser declarada BCIN, la máxima categoría de protección prevista en la legislación catalana, en la categoría de conjunto histórico. El Departamento de Cultura anunció ayer que ha iniciado la apertura del expediente, que debe resolverse en el plazo máximo de 18 meses. Con todo, el mero inicio de los trámites ya implica que el recinto contará con el régimen de protección máximo que establece la ley. Es decir, se suspende la tramitación de las licencias de parcelación, edificación o derribo en la zona afectada y también se suspenden los efectos de las licencias ya concedidas. El Departamento de Cultura puede autorizar las obras que no perjudiquen "los valores culturales del recinto que proteger" y todas las nuevas licencias deberán ser aprobadas por la Comisión de Patrimonio Cultural.

Perímetro de protección

La declaración afecta a un conjunto de edificios fabriles concreto y delimita un perímetro de protección cuyo objetivo, según la Generalitat, tiene como misión "preservar los valores ambientales, paisajísticos y culturales de este espacio" para evitar que se "desvirtúe la concepción del conjunto fabril". Este perímetro se limita a lo que era la antigua colonia fabril, parte de la cual ya estaba protegida por el Ayuntamiento de Barcelona -que la había declarado Bien Cultural de Interés Local-, y deja fuera solares cercanos con proyectos también muy discutidos por los vecinos. En el interior del recinto protegido, los proyectos deberán atenerse a criterios culturales en el sentido de que su volumen, tipología o cromatismo no perturben la vista del recinto ni alteren el carácter arquitectónico del bien protegido.

"La decisión reconoce el trabajo de protección que ha llevado a cabo el Ayuntamiento en Can Ricart", señaló ayer la concejal de Urbanismo, Assumpta Escarp, en un comunicado en el que se hace patente la "satisfacción" del consistorio por esta decisión, que, sin embargo, es probable que obligue a modificar en parte el plan especial aprobado el pasado noviembre.

También satisfechos se manifestaron los vecinos de Poblenou, que son de los ciudadanos más activos del Fórum de la Ribera, que demandaba la protección íntegra de la colonia industrial. "Lo consideramos positivo, aunque ahora entendemos que precisamente esa protección suponga poner en cuestión algunas de las piezas que limitan con la colonia", apuntaba ayer Manel Andreu, presidente de la Asociación de Vecinos de Poblenou. Se refería a una torre de cierta altura -52 metros- que está proyectada en el frente de la colonia que da a la calle de Marroc, justo frente al parque central, actualmente en construcción. Técnicos de urbanismo municipales señalaban, en cambio, que la citada torre queda completamente fuera del perímetro protegido.

"No sabemos hasta qué punto se puede entender lógico que en un bien protegido con el máximo nivel se puedan construir lofts", añadía Andreu en referencia a la reserva de unos 2.800 metros de techo que preveía el plan especial aprobado por el consistorio para viviendas no convencionales. En este espacio, de acuerdo con ese plan, también estaba prevista la ubicación de vivienda social con una reserva de 3.500 metros cuadrados.

Los vecinos opinan que la declaración "llega a tiempo", puesto que en la comisión de seguimiento del desarrollo del plan especial ya se había planteado la posibilidad de dar las primeras licencias de derribo de algunos elementos ahora protegidos, como el edificio del antiguo sistema generador de energías de la colonia industrial.

La torre del reloj de la antigua colonia de Can Ricart, en Poblenou.
La torre del reloj de la antigua colonia de Can Ricart, en Poblenou.TEJEDERAS

PEQUEÑA HISTORIA DE CAN RICART

- 1853. La fábrica de estampados de algodón Can Ricart fue proyectada por Josep Oriol Bernadet. A partir de 1970, la fábrica téxtil deja de funcionar.

- 2005. El primer Plan Especial de Can Ricart prevé mantener sólo dos naves, una chimenea y la torre del reloj. El resto sería derruido. Comienza la protesta vecinal (www.salvemcanricart.org y www.forumriberabesos.net). Deshaucio de las 35 empresas del recinto.

- 2006. Tras meses de negociaciones, se aprueba el segundo plan para Can Ricart que conserva el 60% de los elementos. En diciembre, los desalojados de La Makabra ocupan Can Ricart.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_