Enel controla ya el 24,9% del capital de Endesa tras invertir 10.311 millones
El grupo que actúa como asesor de la compañía italiana es el primer accionista de E.ON
Sin prisa pero sin pausa. El grupo italiano Enel informó ayer de que controla ya un 24,973% del capital de Endesa tras suscribir contratos de derivados financieros por un 2,9% adicional. Enel controla directamente un 9,99% de las acciones de la eléctrica española y espera el visto bueno de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) para asumir la propiedad de todo el paquete. Situada al borde de la OPA, Enel ha invertido en Endesa 10.311,7 millones desde el 27 de febrero. Una entidad vinculada a Allianz, accionista de E.ON, ha colaborado en la entrada de Enel en Endesa.
Enel consolida sus posiciones. Porque en la gran partida por Endesa, cada movimiento cuenta. La fecha clave, una vez desconvocada la junta de Endesa que debía bajar el puente levadizo al grupo alemán E.ON, es el 29 de marzo. En esa fecha se cerrará el plazo de aceptación de la oferta alemana (los 38,75 euros por acción). Y cinco días después, el 3 de abril se sabrá si el grupo que preside Wulf Bernotat ha logrado munición para dar una batalla en regla o debe economizar disparos para librar una guerra de desgaste. A la espera, Enel ha alcanzado su primer objetivo: controlar un 24,9% del capital de Endesa. Una posición elevada desde la que examinar el campo.
A 39 euros por acción, la toma de posición le ha costado a Enel, desde el 27 de febrero, 10.311 millones de euros. La secuencia de la operación diseñada por Enel es espectacular por lo decidida.
Propiedad directa
El 27 de febrero, el grupo italiano tomó 105,8 millones de acciones (9,99% del capital), las únicas sobre las que admite propiedad directa. Apenas unos días después, el 1 marzo adquirió derechos sobre otro paquete de 74.112.648 acciones, compradas por UBS y ese mismo día, se hizo con el control indirecto de otras 48.488.949 acciones compradas por Mediobanca. El 2 marzo sumó otro paquete de 4,5 millones de acciones y ayer, tras una semana de parón, comunicó la adquisición de derechos sobre otros 31,5 millones de acciones, compradas también por Mediobanca. Total, 24,973% del capital de Endesa bajo control, en una apuesta que, en lo inmediato, está ya bajo la lupa de la Comisión Nacional de la Energía (CNE).
El organismo que preside Maite Costa debe autorizar a Enel el control directo de todo lo adquirido por encima del 10%. Hasta que llegue ese visto bueno, y pueden pasar muchas semanas, Enel sólo podrá ejercer los derechos que le correspondan por el 10% inicial de Endesa. Hasta tal punto es así que, si llegado el 20 de marzo la CNE no hubiera decidido, la ya famosa prima de asistencia prometida por los gestores de Endesa a sus accionistas para ese día por acudir a una junta que no se va a celebrar la cobrarían tanto Enel como los bancos que han trabajado para ella en sus compras (UBS, Mediobanca) y que tienen el 14,9% del capital de Endesa por su cuenta. Claro que no hay nada que un contrato trabajado con finura entre las partes no pueda resolver.
UBS volvió a actuar como intermediario en las operaciones de Enel de ayer y la italiana Mediobanca como contrapartida en los contratos de derivados. Además de los servicios de ambos, el grupo italiano ha utilizado los de una tercera entidad financiera. Enel desveló el viernes que Dresdner Kleinwort, la división de banca de inversión de Dresdner Bank, ha actuado como su asesor en el análisis de sus oportunidades de inversión en España, en particular en Endesa.
El papel de Allianz
Curiosamente, Dresdner es parte del grupo asegurador Allianz, el primer accionista de E.ON. Su participación, valorada en unos 2.000 millones, era del 2,8% a cierre de 2006, según una notificación oficial de hace un mes. Fuentes del grupo sitúan ahora esa participación en el 3,1%.
Además, el presidente del consejo supervisor de Allianz, Henning Schulte-Noelle, es uno de los miembros del consejo supervisor de la propia E.ON y Wulf Bernotat, presidente ejecutivo de E.ON, es consejero de Allianz SE. Hay otros tres consejeros o directivos compartidos.
Por lo que se ve, las murallas chinas funcionan en Allianz. Sólo una separación tajante de funciones y actividades permite explicar que una filial esté trabajando aparentemente contra la matriz. Fuentes de Allianz declinaron hacer comentarios al respecto, informa Íñigo de Barrón. Enel ha sido cliente de Dresdner desde antes de integrarse en el grupo Allianz. El banco le presta servicios globales desde Londres.
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