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Controversia política por el 'caso De Juana'

"Ahora, ahora, Mariano en La Moncloa"

La plana mayor del PP sostuvo la pancarta rodeada de cargos amenazados por ETA

Concejales amenazados, alcaldes populares de toda España, presidentes autónomicos del PP en el Gobierno o en la oposición... y toda la dirección del partido. Ésas eran las manos que sostenían ayer la pancarta de cabecera en la primera manifestación convocada por el principal partido de la oposición. Tras el lema -España por la libertad. No más cesiones a ETA-, una treintena de cargos públicos del País Vasco amenazados por la banda, pero desconocidos por el común, acompañaban a los primeras espadas: el presidente del PP, Mariano Rajoy; su secretario general, Ángel Acebes; el portavoz en el Congreso, Eduardo Zaplana; el del Senado, Pío García-Escudero; el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón; la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre; barones regionales, diputados, senadores... Y, también en primera fila, el ex presidente del Gobierno Leopoldo Calvo Sotelo.

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La cabecera no salió de la Puerta de Alcalá como estaba previsto, sino más adelante, ya en Cibeles, para hacer espacio a las masas que venían detrás. "Esto es un hito histórico en la democracia, un éxito absoluto. Los ciudadanos han hablado y no es la política de Zapatero la que quieren", resumió Acebes antes de que la marcha echara a andar. ¿Pedirá entonces el PP elecciones anticipadas? "Bueno, eso está en la mano del presidente, es su responsabilidad decidir si las convoca. Pero está claro que los españoles se están pronunciando: quieren otra política", insistió el secretario general.

Mientras él hablaba con los periodistas, por el pasillo humano habilitado por Nuevas Generaciones iban llegando más dirigentes populares, entre vítores: María San Gil, presidenta del PP vasco, recibida al grito de "¡Valiente!"; el ex ministro del Interior Jaime Mayor Oreja, al que todos quisieron abrazar... Las palabras oscilaban entre las más agresivas de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá -"Esta política antiterrorista es una farsa, este Gobierno ayuda a los asesinos"- a las más conciliadoras del catalán Josep Piqué -"Desde el respeto democrático pedimos al Gobierno que vuelva al consenso"-. Todos coincidían en lo esencial: José Luis Rodríguez Zapatero debe rectificar (el presidente ya ha advertido de que no lo hará, al menos en lo que se refiere a la situación penitenciaria de De Juana Chaos).

En el último momento aparecieron, arropados por un aplauso general, el ex presidente José María Aznar y su esposa, Ana Botella, que saludaron uno a uno a los concejales y luego se colocaron en un discreto segundo plano. Entonces sí, con Rajoy en el centro, escoltado por María San Gil y la concejal en Azkoitia Pilar Elías (viuda de Ramón Baglietto), la comitiva arrancó. De fondo, un cántico que se escucharía durante toda la tarde: "España se merece otro presidente". Y que dio por momentos a la manifestación un aire de mitin.

"¡Presidente, presidente!", gritaban los concentrados desde ambas aceras del paseo de Recoletos. Rajoy sonreía e incluso tiraba besos a la afición. Las calles eran un mar de banderas de España, y al menos en la cabeza de la marcha no se vio ni un solo estandarte preconstitucional. Entre las consignas con más éxito, las habituales de "¡Zapatero, embustero!" y "¡Zapatero, dimisión!", y otras como "¡Ahora, ahora, Mariano a La Moncloa!". Hubo menos referencias a ETA que al Gobierno, aunque también se hicieron un sitio: "¡Todos a una contra Batasuna!" y "¡Vascos sí, ETA no!".

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Más de hora y media tardó la cabecera en cubrir el tramo que separa Cibeles y Colón, entre otras cosas porque cada 20 metros se paraba para que los fotógrafos pudieran inmortalizar al PP en pleno abrazado a la pancarta. "Esto es maravilloso. Estoy emocionada", decía Pilar Elías, escéptica respecto al fruto que pueda dar la protesta. "¿Zapatero? ¡Ése no rectifica!". "No somos las víctimas, es la sociedad la que sale a la calle", añadía María del Mar Blanco, hermana de Miguel Ángel, el concejal asesinado en 1997. María San Gil enumeró las "cesiones" que el PP reprocha al Gobierno: "Dejar que el PCTV esté presente en el Parlamento vasco, la reunión de Patxi López con Otegi, acceder a la creación de una mesa de diálogo extraparlamentaria [que no ha llegado a constituirse]".

Más tímidos y con la mirada fija en el asfalto, los amenazados anónimos. "Estamos aquí para que no haya más cesiones como las de De Juana, porque con él han hecho algo impensable: aceptar su chantaje", afirmaba Lola Ciordia, concejal del PP en Portugalete. "Que vuelva al pacto antiterrorista, eso es lo que tiene que hacer Zapatero", apuntaba Esther Martínez, edil en Barakaldo. Ninguna de las dos tuvo la sensación de asistir a una "rendición" del Estado cuando el PP, entonces en el Gobierno, acercó a presos etarras a Euskadi mientras el funcionario José Antonio Ortega Lara estaba secuestrado. "No, no es lo mismo. Entonces sólo se cumplió la ley".

Las banderas de España predominaron sobre las pancartas en la manifestación de ayer.
Las banderas de España predominaron sobre las pancartas en la manifestación de ayer.GORKA LEJARCEGI

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